El Arbol En La Copa De La Silla

Cuentan que existe un arbol, un arbol cojonudo al que todo mono aspira llegar una vez en la vida.

Y de hecho hay algunos simios con suerte que lo consiguen.

O al menos eso dicen.

Todo comenzo, como todas las cosas buenas de la vida, con una idea estupida y alguien lo bastante estupido como para llevarla a cabo. Porque quien iba a pensar que plantando una silla iba a ocurrir algo asi.

Aunque en realidad no tendria que haber ocurrido. Pero lo que paso es que se dieron, por una casualidad sorprendentemente asombrosa, las jodidas circunstancias optimas para que sucediese, y claro, paso lo que tenia que pasar.

Demasiadas cosas como para que no pasara nada. Primero, el monticulo. Como que no hay monticulos en el mundo donde plantar un asiento, y eligio precisamente ese, el de la extraña marca geometrica solo visible desde las alturas, el del corte de hierba extraño, ese por donde el viento se arremolina y cambia de direccion sin darse cuenta. Segundo, aquel abejorro despistado que llevaba entre los pelos de sus pequeñas patas material transgenico polinizador; que ademas paso por la ventana del laboratorio del Profesor Maldat y se vio expuesto sin saberlo a una ducha de frios rayos gamma; y que aun encima volo despreocupado por entre los humos que soltaban las dos enormes chimeneas con sobreimpresion radioactiva. Tercero, el factor metereologico. Que la lluvia se dio cuenta de la poca atencion que habia prestado a la zona en los ultimos meses, y decidio entrenar para el monzon justo en el monticulo. Solo por entrenamiento, si, pero la cosa es que le salio bastante bien. Y luego el sol y el viento y todo lo demas, que ayudo cantidad al correcto crecimiento y proceso de fotosintesis y todas esas cosas que hacen las plantas. Total, que el arbol crecio como le dio la gana, llegando a una altura de miedo sin apenas esfuerzo, mirando por encima de un nudo con forma de hombro a sequoyas y baobabs.

Y todos los otoños, cuando los demas arboles se dan por vencidos y adoptan el nudismo con alegria, el arbol silla se mece con el viento y florece sin atender a fechas, horarios o restricciones.

Y es tan comodo...

2 humanos diciendo cosas:

Ocho dijo...

¡Arbol arbol!

Ewok dijo...

Al final 5 años para esto, un arbol que florece cuando le da la gana. Si es que ya no se respeta nada, copon !!