La Pobre, Pobre Niña Repollo

Era una noche oscura y tormentosa.

La tormenta se estaba tomando su trabajo realmente en serio, y estaba decidida a batir un record en lo que a cantidad de agua por metro cubico se trataba. Soplaba con denodada fuerza tratando de arrancar las fragiles baldosas, y de vez en cuando dejaba caer un relampago, ya que segun ella las cosas no acababan de estar bien hechas hasta que no les añadias un par de rayos y algunos truenos.

- O tambien podriamoz llamar a la abuela y gaztarle una broma. Ez un clazico, pero no por ello menoz divertido.

- Vamos a ver. Si has vetado lo de la linea erotica, ¿que te hace pensar que yo voy a apoyar llamar a la yaya?

A los niños vikingos no les gustaban las tormentas. La lluvia chafaba gran parte de la diversion en exteriores, y la diversion en exteriores era la mejor clase de diversion. Una vez acabados los tipicos juegos destructivos de interiores, y despues de los gritos de una madre mas vikinga que madre, se vieron obligados a pensar en una alternativa que no acabara en sacrificio.

- ¿Que te parece si llenamos unos globos de orines y se los tiramos a los pringados de ahi abajo? -sugirio Kerosen mientras miraba con anhelo por la ventana, pero la ausencia de viandantes chafo sus esperanzas.

- No tengo piz. Zi quierez lez lanzamoz ezta zilla.

- Jolines, ¿es que nos vamos a pegar la tarde aqui encerrados sin nada que hacer?

- Oye -el tono de Kevaiven bajo hasta lo confidencial-, ze de una cueva donde hay un zeñor muerto.

Si algo se puede decir de esta tormenta, es que tenia un exquisito sentido de la oportunidad, aparte de un orgulloso y algo desquiciado gusto por la teatralidad. En ese mismo instante se esforzo en iluminar la estancia para asi llenarla de sombras, por lo que aparecio un relampago dibujado con esmero que cruzo la diagonal de la ventana. El trueno hizo temblar los cristales con discrecion y buen hacer.

- Ya estamos. ¿No querras ir otra vez a tocar al mendigo con un palo no? Te he dicho cienes de veces que ese olor no es de una persona muerta. Canso.

- Zi que ez. Caramierdaz.

- Pues no capullo, los muertos huelen mas como a... ¡Epa! ¡Ya se lo que podemos hacer!

- ¡Como!

- ¡Vamos a meternos con la niña repollo!

- Jajaja. ¡Dalez, dalez!

Si los niños vikingos no hubiesen salido de la habitacion entonces, habrian podido ver la apasionada traca final que concienzudamente habia preparado la tormenta. Un expectaculo que contenia explosiones, arboles desarraigados, apasionantes acrobacias aereas, violentas peleas entre postes electricos, amor pigmeo e incluso una vaca. Un colofon redondo que tiempo despues estudiarian con entusiasmo las pequeñas tormentitas con infulas de tifon.

Pero se lo perdieron. Por andar a insultar a la pobre niña repollo.

6 humanos diciendo cosas:

Pat Lawriter dijo...

Joer, qué cosas... yo esperando a la niña repollo... aunque la tormenta ya es bastante interesante, con una personalidad definida y arrolladora, nunca mejor dicho...

Un post muy chulo... saluditos.

Pat Lawriter dijo...

Joer, qué cosas... yo esperando a la niña repollo... aunque la tormenta ya es bastante interesante, con una personalidad definida y arrolladora, nunca mejor dicho...

Un post muy chulo... saluditos.

H@n dijo...

Todos llebamos una repollo dentro!


NIÑA REPOLLO RUUUUULES!!!!

^^

olgabarbrgsg dijo...

me gusta la niña repollo y su pelo de eskarola naranja, esta ben. ya tienes trabajo? vas a dejar de vivir del cuento?o te has ligado a alguna viejecilla millonaria y eres su "acompañante personal" k de ti ya me lo imagino tó.

Anónimo dijo...

Tendrias que trabajar de esto! Tienes mucho talento! Una amiga de Hélène tu ex compi! Saludos desde Francia

Ocho dijo...

Trabajar de esto...

Ostias, pues no es mala idea.

Creo que voy a salir del jacuzzi y cancelar mi vuelta al mundo. Despues me pondre mi traje hecho de oro y con mi lapiz de diamante empezare a aprovechar mi talento de una vez y a ganar dinero con los dibujos, en vez de perder el tiempo con tontadas.

Si, no es un mal plan.