De Los Altibajos Y Otras Zarandajas

Examinando el comportamiento de los humanos en su habitat natural, y siempre procurando no alterar el estado de las cosas permaneciendo como mero observador, se pueden apreciar ciertos patrones de conducta, maneras de tratar unos con otros que desde dentro serian imposibles de ver.

La primera conclusion, algo precipitada, que se puede sacar es que la gente alta trata con superioridad a la gente pequeña. Puedes verlos como atisban desde las alturas, mirando con definida indiferencia al mundo que opera atolondrado por debajo de su hombro, como si fuese un universo aparte que apenas tuviese que ver con su vida, la vida real.

Las cosas que deambulan por debajo de su linea de horizonte son borrones pequeñisimos, motas de polvo que hay que andar esquivando para poder andar por la calle, coger el autobus o comprar un bocadillo.

Pero si siguiesemos investigando, llegariamos al siguiente nivel.

No es solo la gente alta. Simplemente es la gente mas alta. Aunque sea pequeña.

Si un pequeño sujeto se ve liberado del yugo de pertenecer al grupo, y se ve rodeado de pronto por congeneres de menor estatura, rapidamente cambiara el rol de esclavo metrico para convertirse en el patron de los pigmeos. Comenzara su particular dictadura sin recuerdo alguno de su anterior estado, y actuara con igual o peor determinacion que una persona alta de verdad. Asi como te lo cuento.

Observemos ahora la pareja que nos ocupa. El de la izquierda es el maton del patio del colegio. Repetidor de tercero de la E.S.O. con honores (recibio un diploma cuando hizo triplete), el mas alto del recreo, ese que siempre almuerza lo mejor de la mejor madre. En cambio el de la derecha, pese a su altura, es el mas pequeño en su equipo de baloncesto. Sus compañeros negros le pegan con la toalla en las duchas y en los partidos unicamente se ocupa de rellenar los vasos de agua.

Pues bien.

Momentos despues de tomar la instantanea, y sin aviso ni razon aparente, el tipo desgarbado de la derecha propino una soberana paliza al rubiales.

Lo revento a ostias.

Asi son los humanos, seres incomprensibles, pero adorables al fin y al cabo.

1 humano diciendo cosas:

H@n dijo...

no hubiera estado nada mal un dibujito de la paleza en si...

=3

mi imaginación vuela, y opina que al rubito chulito le favorece la escayola, si señor!