El Rey De Malubilis


Malubilis es un pais rarisimo donde las cosas funcionan de otra manera.

Para un visitante primerizo es un caos. Todo pasa muy deprisa, y uno tiene la impresion de no tener control sobre ese cuerpo que antes era suyo pero que ahora lo lleva dando tumbos de un lado para otro. Coge este taxi, paga poco pero mucho, gente que te grita, esto no es una taquilla, sigueme por aqui sin pensar en lo que haces, este autobus lo robe yo mismo, dejame tu mochila, admitimos euros, tortilla de patata caducada, lentejas de equipaje, te cobramos el doble, asientos de polvo, no entiendes nuestro idioma, madrid o barcelona, te invito al agua, diez horas, pito conductor, ojo oveja, bronca gratis, bajate en mi parada guiño guiño, donde esta esto, justo este vive al lado.

Pero despues de un par de dias, la exagerada hospitalidad de sus habitantes ya te hace creer que eres un experimentado viajero que lleva años explorando las entrañas de Malubilis. El te es tu nueva bebida favorita, dices azucar cuando te dan de comer datiles antihigienicos en el mercado y regateas los precios con ingenua habilidad. Todo sigue pareciendo sucio y de segunda mano, pero ya te vas acostumbrando a dormir entre fluidos resecos. Tienes un diploma vitalicio que indica tu experiencia a lo rol, comes en familia aunque no esta tu familia, y la diarrea te da la mano y paseais juntos por la calle. Con los dedos entrelazados.

Y cuando pasa algo mas de tiempo, el pais ya no tiene secretos para ti. Tu amigo casi guia, traficante de diamantes y pentacampeon del mundo de karate te resulta un poco cansino, ya que no necesitas mas de sus servicios. Puedes moverte con los ojos cerrados por la ciudad, sabes donde comer y tienes una alfombra de seda de cactus, nadie puede enseñarte ya nada. Asi que te vas, comes mal y te bebes una cerveza de orines fermentados que se acaba mucho antes que la comida de virus intestinal.

Menos mal que cambias de ciudad. A lo tranquilo. Que es un laberinto azul donde todas las calles son la misma. Con olor a tabaco especiado, y la gente ofreciendote algo bueno aunque no te aclaren si es sexo estupefacto. Con sofas por los rincones, una terraza de atardecer y killbill arabe a la hora del bocadillo. Y un nativo con acento de bilbao hablandote del libro de petete, y unos gatos que se te suben por el cuscus. Saiyajines en lo alto de las torres octogonales avisandote de que venga chicos, ya es la hora.

Y en todas partes la foto del rey. Que tiene unos pies enormes y exige puertas de su tamaño para los actos oficiales. Aunque si ve que no entra, siempre puede saltar la muralla, que para eso es el rey y para eso mando agujerear la parte superior, justo a la altura de sus ojos.

4 humanos diciendo cosas:

Jota Joel dijo...

Vi un par de fotos en el vodafonos de parrustio o de ilsen yinseng, no recuerdo. Muy chula la ciudad piscina. Cuando la llenen hay que ir.

Y ESTE SÁBADO MOMOFIESTA!

rhead!

Ew0k dijo...

Si es que las cosas van tan deprisa en un mundo de polvo..

Laura dijo...

Doy fé de que el té estaba bueniiiiiiiiiiiiiiiiiisimo, mucho más que la cervezaaaaa!!!!!!

Sr. Sin Culo dijo...

Acabo de volver de Malubilis y es idéntico a como usted lo describe, de esa forma tan vívida que me hace sentir que acabo de volver otra vez. Se nota que ha estaado. Siempre acertando. Le he seguido en la sombra. Notaría alguna vez un dedo de sombra en su nuca.

Muchas gracias por pasarse por mi blog, como antaño. Siempre es un placer leerle y sorprenderme con sus dibujos.