¡Y Una Leche!


Hoy me he acabado un carton de leche para el desayuno, y he llevado el reciclaje hasta el extremo; en vez de contenedor amarillo, me he hecho un barco.

Y me he echado a la mar. La mar de leche, se entiende, dado el material de mi bote. Un camion habia volcado en sospechosas circunstancias y habia derramado todo el contenido de su remolque por la carretera.

Estado de la mar, marejadilla.


Llamadme Ismael a partir de ahora.

Y mi particular Moby Dick no ha tardado en aparecer, flotando como una boya gigantesca y volviendo a digerir la comida de hace un par de horas. La cosa no acaba en tragedia, no creais, nos hemos hecho amigos, yo le he indicado el camino a Asturias y ella me ha dado para el desayuno de mañana. Con todo el buen rollo.

nadie dice nada