Hoy me he acabado un carton de leche para el desayuno, y he llevado el reciclaje hasta el extremo; en vez de contenedor amarillo, me he hecho un barco.
Y me he echado a la mar. La mar de leche, se entiende, dado el material de mi bote. Un camion habia volcado en sospechosas circunstancias y habia derramado todo el contenido de su remolque por la carretera.
Estado de la mar, marejadilla.
Llamadme Ismael a partir de ahora.
Y mi particular Moby Dick no ha tardado en aparecer, flotando como una boya gigantesca y volviendo a digerir la comida de hace un par de horas. La cosa no acaba en tragedia, no creais, nos hemos hecho amigos, yo le he indicado el camino a Asturias y ella me ha dado para el desayuno de mañana. Con todo el buen rollo.
nadie dice nada
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