Pista Emmental

Resultaba realmente extraño.

Pistas, necesitaba pistas.

Un crimen tan atroz y violento, y a la vez tan limpio.

La estancia estaba inmaculada, como si la señora de la limpieza acabara de pasar por alli y se hubiera esmerado sobremanera en su trabajo. Ni una silla fuera de su sitio, ni un cajon abierto, ni un pliegue en la alfombra... Nada.

Bueno, algo si. En el centro exacto de la habitacion, como un interrogante enorme fabricado en luces de neon, se desangraba lentamente el cadaver.

Venga va. Pistas.

El cuerpo estaba tendido pulcramente, con las piernas rectas y los brazos pegados al tronco. De no ser por el charco de sangre que reptaba tranquilamente por el entarimado, se diria que era una persona con extraños habitos en el dormir. La piel no presentaba magulladoras o signos de violencia, y en la cara reinaba la paz mas absoluta. El smoking que vestia parecia recien planchado, ni una arruga, los puños de la camisa perfetamente colocados a medio centimetro por debajo de la manga, la corbata con el nudo inmaculado y la raya del pantalon como dibujada con tiralineas.

Una pista, solo una, algo a lo que agarrarse.

La puerta estaba cerrada por dentro cuando llegaron. Las ventanas tambien. Ni una corriente de aire, ni una cortina que se moviera misteriosamente, ni una llama de vela que titilara sospechosa. Los retratos colgados de las paredes no tenian los ojos agujereados, y el papel pintado de la pared no sonaba a hueco. No habia ninguna trampilla secreta, escondida aprovechando el dibujo de la madera, y el techo lucia liso como recien enyesado.

¿Y una pista pequeñita?

El aire del cuarto podria ganar un concurso de limpieza. Ni rastro alguno de olor, ni siquiera perfume o ambientador. Segun los planos del edificio, ninguna tuberia o conducto cruzaba la estancia, y la unica ventilacion posible era la ventana, que aparentaba hermetica.

- ¿Woño queñe a quiña? -sono lejano, pero se mezclo entre los pensamientos.

Si, a quiña, podria ser. O siempre cabia la posibilidad de woño queñe. Aunque bien mirado, y sopesando los pros y los contras...

- ¡Sherlock!

- ¿Mmh?

El puto Watson.

- Que de que quieres la pizza, copon. Que estas en babia.