Entrevista Tipo



Como llegaba con algo de tiempo, me sente en el unico banco que quedaba vacio en el parque. Todos los demas bancos tenian como ocupantes o bien a madres con niños de despellejadas rodillas, o a jubilados haciendo la digestion de una merienda temprana y calmando su osteoporosis al sol.

Lei en alguna parte que para relajarse y sentirse mejor era fundamental una correcta respiracion. Asi que ahi estaba yo, sentado entre bebes llorones y yayos tirando migas de pan a las palomas, respirando profundamente y escuchando Siniestro Total.

Expulse el aire por octava vez, y mire el reloj. Un minuto tarde.

Optimo.

Ding dong.

- Hola, venia por...

- Si, por la entrevista, ya -me dice el gafapasta-. Pasa por aqui, enseguida te atienden -abre la puerta al azul de una habitacion, y marcha rapidamente a atender un telefono que ya sonaba antes de que yo llamara a la puerta.

Tuve que esperar los cinco minutos reglamentarios que aconseja internet a todo entrevistador, y me los pase pensando en gilipolleces. Como "¿habra empezado ya una especie de examen psicologico?". O "seguro que el sitio que elija para sentarme denota mi capacidad para trabajar en equipo". O "estos dibujicos de la mesa significan algo... ¿Esto no son unos pechos?". "Creo que dentro de ese armario hay un enano grabandome con una camara. ¡No te hurgues la nariz!".

Justo cuando estaba a punto de descifrar un mensaje oculto en el gotele de las paredes, se abre la puerta, asustandome.

- Hola Oscar, gracias por venir -el jefe me da la mano, sin fuerza pero con firmeza. Yo le miro las manos y le apreto los ojos-. Sientate, vamos a empezar -oigo como se pone en marcha el cronometro interno de su cabeza. Veinte minutos reglamentarios. Elijo la silla que dice "Me gusta trabajar en equipo, pero puedo llevar adelante un trabajo en solitario. Ah, y mi mayor defecto es ser tan perfeccionista como puntual".

- He traido mi portafolio, para que le eche un vistazo -le paso mi librito, y el sonrie al ver al mono de la portada. Ahi me vengo arriba.

- Perfecto. Bueno Oscar, hablame de ti mismo -empezando con las preguntas mas habituales en una entrevista de trabajo. Je, este ha buscado en google lo mismo que yo.

- Vale. Naci en una cabaña de madera, una calurosa noche de verano -la historia de mi vida en una carilla, esto me lo habia estudiado muy bien. En algun momento de mi relato veo que relaja la atencion y observa distraido mi book profesional, pero no me importa demasiado. Ya lo volvere a enganchar con las trepidantes aventuras de mi adolescencia-. (...) Y acabe estudiando ilustracion, que me gusta mucho dibujar a mi.

- Muy bien. Y dime, ¿por que quieres trabajar aqui?

- Desde pequeño siempre me ha hecho mucha ilusion trabajar en este sitio. Me parece la mejor empresa del mundo, con un trato exquisito para con sus empleados y unas instalaciones encomiables -en ese momento me vienen a la cabeza los consejos dos y seis para una entrevista de trabajo, sinceridad y evitar el uso de palabras rimbombantes como 'rimbombante'.

- Excelencia. ¿Y cuales son sus expectativas salariales?

- Pues me conformaria con ganar la mitad de lo que gana usted.

Me mira a los ojos.

Yo tambien a el.

- Bueno, ejem -carraspeo incomodo-. ¿Se ve trabajando aqui, con nosotros?

- Pues la verdad es que si. Me parece muy bonita esta habitacion, me gusta mucho como la han dejado.

- Si, gracias, vale. Si te contratamos, ¿cuanto tiempo permaneceras con nosotros?

- Si no les importa, me gustaria morir trabajando para ustedes. Que formen una parte esencial de mi vida, esten presentes en los momentos mas importantes de esta, y me acompañen en mi ultimo estertor de muerte.

- De acuerdo. ¿Cuales son sus puntos fuertes y sus puntos debiles?

- Bueno, tengo un poco debiles las matematicas, que no las toco desde el bachillerato. Y no le pillo el punto al guitar hero. Pero llevo muy bien lo de dibujar monicos. Y la tripa tambien la tengo fuerte. Mire, pegue pegue, justo aqui.

- No de verdad, no hace falta. De todos modos, creo que ya esta todo -se levanta de la silla y me vuelve a dar un apreton, aunque esta vez le sudan las manos.

- De acuerdo pues. Espero noticias suyas entonces...

- Ah si, ya le llamaremos.

- ¿Sabe que ahi arriba esta dibujado este preciso instante y puedo ver que lo que en realidad piensa es en una pareja de aves copulando?

- ¿Que?

- Copulando.

La Pereza Que Da El Frescor

Frio.

Un frio de esos en los que la temperatura decide hacer deportes de riesgo y acaba con el espinazo hecho trizas y una cuerda pulcramente enrollada al lado. Un frio que haria encender una estufa al mismisimo señor Scrooge. Un frio blanco. Un frio en donde nunca nieva, porque a los copos les da frio tocar el suelo. En el que las mantas se echan algo encima para abrigarse. De esos en los que incluso la muerte suelta bocanadas de vaho. Un frio con olor a castañas asadas. Un frio de cojones, que va por ahi con guantes azules. De esos que te hacen ir por la acera soleada. Un frio que tuvo que aprender a andar dos veces porque perdio los dedos de los pies. Un frio que parece que coge tu nariz y te hace un truco de magia reemplazandola por un carambano. De los que te metes en la cama y frotas rapido los pies para calentarla con la friccion. Un frio con tres pares de calcetines. Que se calienta los dedos con una vela para poder hacer su tarea diaria. Un frio que te empaña los cristales sin practicar el sexo ni nada. Un frio que se hace sopas de ajo para cenar. De esos que van por ahi con la cabeza metida entre los hombros. Un frio del copon, que amanece con miedo y mira por encima de las sabanas los pinguinos deslizandose por el parquet.

Es curioso, pero esto da una nueva vision al porque de la extincion de los mamuts. Cuando el gallo japones anuncio la llegada de un dia mas en la era glacial, el mamut fue incapaz de levantarse a la hora, y llego tarde al trabajo. Y no fue solo ese mamut, que fueron todos, porque hacia mogollon de frio en aquellos tiempos. Y no fue solo ese dia, que fueron todos, porque era la edad del hielo y eso era lo normal. La economia de la sociedad mamut no pudo aguantar mucho tiempo con toda esa gente llegando siempre tarde, y la extincion no tardo en llegar.

Una lastima, porque al dia siguiente hizo sol. Y buen tiempo.