El Frio Es En Mi Habitacion

Abri la puerta de mi habitacion, y un soplido como de pelicula me traspaso los huesos congelandome el tuetano. Fue como abrir la caja de pandora, el frio ancestral se extendio por el mundo, los cubitos de todo el planeta se hicieron un poco mas duros y un niño del hemisferio sur se rompio una paleta al morder su polo de limon.

Un pinguino paso entre mis piernas, deslizandose a toda velocidad sobre la tarima flotante y congelada.

Exhale por primera vez ante ese frio nunca antes conocido, y el vaho que salio de mis pulmones se quedo quieto en el aire, totalmente estatico. Cristalizo con un sonido muy guay, como si alguien con zapatos de cristal pisara una hoja seca cubierta de nieve, y se rompio contra el suelo en miles de pedazos.

La habitacion estaba en penumbra. Deje mis llaves, junto con la cartera y el movil y saque un par de mantas para ponermelas por encima de la batamanta, que la tenia sobre la...

- ¡Ostias!

- Hola, Os car -el sonido de su voz te congelaba la nariz por dentro, y pronunciaba muy raro, asi como entrecortado, con un ruido hueco como el que hacen los icebergs que se derriten lentamente.

- ¿Pero que coño...?

- Soy el Frio. Con mayus culas. Todas las cosas tienen un ori gen, y el mio es tu habi tacion. ¿No sabes? Ven, sientate aqui con migo.

- Tio, bajate de mi cama, que me estas dejando todo hecho un cristo.

- Oh. Per dona -bajo con un movimiento lento, pausado, dejando una marca de humedad en la colcha con el claro dibujo de sus nalgas.

De pie en mitad de mi cuarto pude observarlo con detenimiento: Media mas de dos metros, y eso sin contar esos cuernos, unas astas similares a las de los renos, solo que parecian hechas de madera muerta y seca. Todavia mas arriba, una nube le acompañaba siempre a la misma distancia, como si su posicion viniese dada con el punto de origen que era su nariz. Una nevada interminable se desvanecia con suavidad y elegancia y nunca llegaba a tocar el suelo. Su piel era perfecta, sin arrugas ni marcas de ningun tipo, solo que de color azul, y brillaba como brilla el hielo a punto de fundirse. Sus brazos, largos y finos parecian del mismo material que sus cuernos, y unas manos nudosas, enormes temblaban levemente en los extremos. Por ultimo sus pies, dejando un charco congelado en el suelo, carecian de dedos. Supongo que por la misma razon que los de Juanito Oiarzabal.

- ¿Que haces aqui?

- No lo se, para ser te sincero. Yo estaba muy tran quilo. Provo caba heladas, so plaba muy fuerte alla donde me apete cia. Que me aburria, nevada que te crio, y me hacia un hue co en los informa tivos de an tena tres. Granizo austra liano, viento helado en el puente del ebro, es carcha en los arboles perennes, esos gilipo llas... todo a mi bola, que soy un excentri co. Pero nun ca tuve conciencia de mi mismo, hasta que de repente, fui. Y fui en tu habi tacion.

- Moola -mi propio monstruo del frio, ahi en mi habitacion empañandome la ventana por fuera. Siempre habia querido uno de esos-. Oye, he quedado en casa de estos, que vamos a cenar, ¿te vienes?

Pista Emmental

Resultaba realmente extraño.

Pistas, necesitaba pistas.

Un crimen tan atroz y violento, y a la vez tan limpio.

La estancia estaba inmaculada, como si la señora de la limpieza acabara de pasar por alli y se hubiera esmerado sobremanera en su trabajo. Ni una silla fuera de su sitio, ni un cajon abierto, ni un pliegue en la alfombra... Nada.

Bueno, algo si. En el centro exacto de la habitacion, como un interrogante enorme fabricado en luces de neon, se desangraba lentamente el cadaver.

Venga va. Pistas.

El cuerpo estaba tendido pulcramente, con las piernas rectas y los brazos pegados al tronco. De no ser por el charco de sangre que reptaba tranquilamente por el entarimado, se diria que era una persona con extraños habitos en el dormir. La piel no presentaba magulladoras o signos de violencia, y en la cara reinaba la paz mas absoluta. El smoking que vestia parecia recien planchado, ni una arruga, los puños de la camisa perfetamente colocados a medio centimetro por debajo de la manga, la corbata con el nudo inmaculado y la raya del pantalon como dibujada con tiralineas.

Una pista, solo una, algo a lo que agarrarse.

La puerta estaba cerrada por dentro cuando llegaron. Las ventanas tambien. Ni una corriente de aire, ni una cortina que se moviera misteriosamente, ni una llama de vela que titilara sospechosa. Los retratos colgados de las paredes no tenian los ojos agujereados, y el papel pintado de la pared no sonaba a hueco. No habia ninguna trampilla secreta, escondida aprovechando el dibujo de la madera, y el techo lucia liso como recien enyesado.

¿Y una pista pequeñita?

El aire del cuarto podria ganar un concurso de limpieza. Ni rastro alguno de olor, ni siquiera perfume o ambientador. Segun los planos del edificio, ninguna tuberia o conducto cruzaba la estancia, y la unica ventilacion posible era la ventana, que aparentaba hermetica.

- ¿Woño queñe a quiña? -sono lejano, pero se mezclo entre los pensamientos.

Si, a quiña, podria ser. O siempre cabia la posibilidad de woño queñe. Aunque bien mirado, y sopesando los pros y los contras...

- ¡Sherlock!

- ¿Mmh?

El puto Watson.

- Que de que quieres la pizza, copon. Que estas en babia.

La Mujer Puta Chimenea

La mujer puta chimenea lleva toda la vida viviendo en el barrio. Sale a comprar el pan embutida en su albornoz, caminando sobre unas zapatillas de casa que han visto demasiadas aceras. Saluda a todo el mundo sin excepcion, pero es muy selectiva a la hora de entablar una conversacion. Y cuando lo hace, cuando encuentra a alguien que de verdad merezca unas palabras, lo agarra por el brazo y desarrolla el dialogo estandar, consitente en tres partes, a saber: parte uno, preguntas de cortesia sobre los familiares de la victima (¿y que tal Andresito, ha aprobado todo este trimestre? ¿Y como le va a tu papa, le han dicho algo de lo de la vesicula? ¿Y tu primo, cuando salia de la carcel?). Parte dos, preguntas algo mas intimas (¿Y te funcionaron las friegas aquellas? ¿Y la infeccion de orina, ya se te curo totalmente? ¿Y los hongos ya desaparecieron?). Parte tres y final, chismorreos varios sobre enfermedades, muertes y desastres naturales (¿Y sabes el señor Gabriel? La policia se lo ha llevado detenido por plantar marihuana en el hall, y el alegaba que era para tratamiento medicinal. ¿y te han contado lo de Chichita, la del docebe? Mato a su marido, el pelirrojo, dandole muy fuerte con el palo de la escoba. ¿Y que opinas de la subida del rio? Mi hijo el pequeño se mojo hasta la rodilla mientras pasaba droga en el casco viejo, como te digo una cosa te digo la otra). Y siempre, siempre, esta fumando.

Por la calle, antes de verla a ella, se divisa una columna intermitente de humo, a cincuenta centimetros por encima de su cabeza. Su olor corporal ha ido cambiando con el paso de los años, y la nicotina impregna cada uno de sus poros, y es por eso que huele a tabaco incluso despues de ducharse. Pareciera como si su gel fumase tambien. Si uno se fija bien, en un dia despejado y lo suficientemente soleado, es posible observar con los ojos entornados un halo grisaceo amarillento acompañando cada uno de sus movientos. Aun asi es un personaje bien civico, y procura no fumar en lugares conflictivamente comunes, como los ascensores o la tiendita de ultramarinos, tan pequeña que todo lo que venden esta enlatado. En realidad da igual todo lo civica que pretenda ser, ya que su bata emite mas monoxido de carbono que ocho cigarrillos juntos. Y nunca lleva fuego. Los vecinos, cansados de que un aliento envenenado les asaltara por la espalda pidiendo candela, decidieron en la ultima reunion de la escalera llevar siempre consigo algo de lumbre, y ofrecerla de primeras.

La mujer puta chimenea ha muerto esta mañana, y por ironias de la vida, no tuvo nada que ver con el tabaco. Un encapuchado trataba de atracar la tiendita de ultramarinos, y la mujer puta chimenea lo atrapo bajo su bata apestosa y lo dejo inconsciente. Segundos antes el encapuchado, asustado ante la pestilente negrura, empezo a agitar el cortauñas que llevaba como arma del delito y asesto un tajo letal en una arteria fundamental. Poeticamente no hubo sangre, sino un humo gris que se esparcio como el hielo seco a ras de suelo y cubrio toda el barrio, una niebla que todavia dura y no tiene pintas de desaparecer.

Ese Sobrepeso Acabara Matandote


Quincy el Gordo estaba harto.

De acuerdo, tenia un poco de sobrepeso, eso no lo podia negar. Siempre habia sido un humano redondeado, ya desde niño, y eso le habia costado multitud de peleas a la hora del recreo o a la salida, en la puerta de la escuela. Peleas que habia forjado su caracter, que habian cogido la insegura personalidad de un gordo bonachon y le habian encasquetado una armadura ribeteada con el odio insano a una sociedad dedicada al culto al cuerpo.

Habia crecido pues con un rencor que le corroia por dentro, que lo empujaba a la venganza y le daba una motivacion para seguir adelante. Con trece años se licencio con honores en tecnicas mortales para gente fuertecita, y a los diecisiete hacia esa cosa guay de montar y desmontar un fusil con los ojos vendados muy rapido muy rapido. Con veintitres años era el asesino mas reputado y mas pesado de todo el continente*.

Y esta es basicamente la historia del origen de Quincy el Gordo, el famoso asesino de asesinos. Si vas al gimnasio, si te preocupas por el colesterol o tu indice de materia grasa te quita el sueño, duerme siempre con un ojo abierto. Es posible que esa silueta gorda que viste en el tejado no fuese papa noel, despues de todo.

*Iba a poner un chiste de supermercados, pero me ha dado cosica incluso a mi.

El Porque De Las Cosas


Veamos, imaginate un mono, ¿de acuerdo? ¿Que por que lleva bombin? Vale, resulta que es parte de un experimento, y el bombin conecta con su cerebro y lo que hace es... No, no. Bueno, la cosa es que el circo acaba de llegar a la ciudad, y el mono se ha puesto sus mejores galas para ver a su primo, que actuaba esa noche como... Ah, no. Esta bien, supongamos que un señor ingles iba paseando por la calle portobello, mirando frutas inglesas por los puestecillos, tambien ingleses. De repente, un rayo de sol ilumina una parcela en particular, y el tipo vislumbra un sombrero feisimo, con chorreras, floripondios, algo de tul que cae como una cascada y colores pastel. Y como un pastel de terciopelo en lo alto. Arthur, que asi se llama el señor, es coleccionista de sombreros, los compra desde que se caso, y se los regala a su esposa con la esperanza de que se los coloque y tape su fealdad con otro tipo de fealdad, mas elaborada y acorde con la sociedad.

Extasiado, Arthur se acerca al sombrero, quiza el mas feo de todos los que habia visto en su vida, y el sol lo hace brillar, y hay como una musica de arpas y un coro de gatos que cantan como mujeres. Entonces levanta el sombrero, y como una exhalacion sale un mono de debajo, le patea la cara y le roba el bombin que llevaba puesto. Acto seguido, sale corriendo entre las piernas de la gente y nunca mas se supo.

Bien, el mono entonces ya esta. ¿Que por que lleva una tetera? Hombre, es que como era un mono ingles, y eran las cinco de la tarde, justo le pillamos que acababa de preparar el te. ¿Y por que lo va derramando todo por el suelo? Pues porque lleva la tetera inclinada copon, que si la llevara horizontal no se le caeria nada. Que tambien hay que explicartelo todo.

Esta bien, entonces, ¿que hace encima de una tortuga?

La tortuga no es un tortuga, son dos enanos que anoche salieron y... O no. Resulta que la tortuga habia discutido con su marido, y despues de sesenta años de discusiones inutiles, la ultima bronca fue la bronca que colmo el vaso, asi que se guardo una muda limpia en el caparazon y decidio... Ah no no, ya esta. La tortuga venia del futuro, y habia llegado al pasado de tan despacio que andaba. Ella sabia, y no como nosotros, que el mono del bombin tenia un papel importante en la historia del mundo, y por eso habia decidido ayudarle en todo lo posible. Ahora lo estaba llevando sobre el caparazon porque este habia pisado unas ortigas y le dolia el pie. Claro, por eso llevaba el te, que todos saben que calma la irritacion de las ortigas aplicado directamente. Aunque la tortuga sabia que fingia, que lo habia visto en el futuro, cargaba con el de todas formas, ya que estaba secretamente enamorada de el. Era por el bombin, que le quedaba realmente bien.

¿Y por que el bosque es azul?

Pues es azul porque es un bosque muy misterioso. Y lo hizo un mago.

Vlad El Empanador


Estaba cansado de mirar las cosas con su mirada de miles de años, y hacia mucho que habia dejado de prestar atencion. Cuando llevas tanto tiempo sin morir, dejas de algun modo de vivir, y todo pasa por detras de un velo rojo sangre que difumina las formas y relaja el interes.

Es por eso que para cuando quiso darse cuenta, ya era demasiado tarde.

Cuando se puso unas metaforicas gafas de ver de cerca y miro el mundo a su alrededor, se percato resignado que las cosas habian cambiado a peor. Y no a peor como le gustaria a el, ya que para un principe de unas tinieblas lo mejor que les puede pasar a las cosas es que vayan a peor, si no a peor en plan mal.

En plan emo.

Los vampiros, aquella raza cruel y misteriosa, aquellos seres salvajemente atractivos a los que lideraba desde su ataud se habian convertido en una sombra de la sombra que ya eran, transformandose en un producto ñoño y puro con el pelo alborotado y las medias de color.

Las adolescentes chillaban histericas detras de las vallas mientras un vampiro de abultada nuez posaba sobre una alfombra roja a plena luz del dia, las virginales jovencitas de tez blanquecina esperaban a ser mordidas hasta despues del matrimonio, y los hombres lobo se depilaban el pecho esperando la medianoche para tomar unas copas. Ahora se podia ver el amanecer si te ponias unas gafas de marca, la agonia placentera que suponia el alimentarse de sangre humana se compraba en comodas bolsas de racion en la maquina expendedora y una legion de subnormales prepuberes vivian en su fotolog lo que antaño habia sido una filosofia de no-muerte mientras se retocaban el rimel de los ojos.

El mundo se habia convertido en un lugar sin cabida para alguien como el.

Aunque a lo mejor...

El Te Con Ewoks Es Alucinogeno

Cuando empezo a oir por los ojos, el pequeño ewok se asusto de verdad. No tenia ni idea de que estaba pasando, todo se veia muy raro. Era como si le hubiesen colocado plastiquetes de colores en los ojos, todo se moviera a camara lenta con efecto blur, y una musica sesentera sirviera de banda sonora para todo ello. Los sentidos funcionaban cambiados, y no podia dejar de oler ese arcoiris, tocar el olor metalico que inundaba el ambiente o ver la suavidad de su pelaje.

Seguramente se habria quedado mas tranquilo si hubiese leido la historia que viene a continuacion. Lo malo es que muy pocos ewoks han llegado a interesarse por la lectura. Que son mas de la fiesta.

Hace mucho tiempo, en un lugar lejos de todas partes, el joven Yunuss miraba con ojos atentos las manos expertas de su padre, que manipulaban con maestria los utensilios que antes habian manipulado las manos de su padre, y antes que las suyas las del padre de su padre. No perdia detalle, sabiendo que este era un momento magico en su vida, y se esforzaba por grabar cada detalle de aquel ritual en su memoria.

De los dos recipientes de metal, el padre cogio el mas viejo y desgastado. Lo lleno con agua y lo puso al fuego. Acto seguido, agarro el otro recipiente, inmaculado y probablemente mas caro, e introdujo en su interior las hierbas y el azucar, poniendo especial cuidado en las cantidades. Cuando el agua del primer cacharro estaba a punto de hervir, la aparto del fuego y vertio el liquido donde las hierbas. Lo dejo reposando, y aprovecho esos minutos para salir al pequeño huerto detras de la casa. Yunuss lo seguia en silencio, y en silencio observo, por encima del hombro de su padre, como este seleccionaba las hojas mas aromaticas, las arrancaba con delicadeza y las guardaba en el bolsillo, uno de esos bolsillos que se juntan por el centro y te puedes agarrar las manicas. Volvieron a la cocina, que se lleno de un olor dulzon cuando las hojas se bañaron en el liquido humeante. Despues de dos minutos de miradas penetrantes e incomodos silencios, el padre sirvio el primer vaso, levantando el brazo lo maximo posible. Cogio el vaso lleno, y devolvio el contenido al recipiente. Por ultimo, cogio dos vasos nuevos, de manufactura mas fina que el anterior, y sirvio, por fin, el dulce elixir.

- ¿Que no le pones higos hoy, padre?

- Cuando seas padre, comeras huevos -dijo mirando al infinito, mientras sorbia ruidosamente. El padre de Yunuss era de ese tipo de personas exasperantes que hablaban muy misteriosamente, siempre con frases hechas y refranes.

Al pequeño ewok no le gustaban los huevos, ni era padre. Pero le pirraban los higos, los usaba de aliño para todo. Seguramente fue eso lo que le dio poderes anaglificos sicotropicos.

El Submarinauta (Un Homenaje Original)


Observo confiado las burbujas que ascendian, buscando la superficie bailarinas, y sonrio para si mismo.

Los problemas saltaban entre los planos de la importancia a medida que los metros de agua crecian sobre su cabeza, y eso le gustaba. Los ecos de lo mundano desaparecian, y para reemplazarlos acudian a sus oidos sonidos nuevos, como venidos de extrañas galaxias, como si el fondo del mar fuera en realidad un astro inexplorado escondido entre las estrellas.

Solia imaginar que sus botas de plomo eran en realidad calzado de alta tecnologia cortesia de la agencia espacial, y que su escafandra soportaba la presion de una atmosfera extraterrestre. Sentia en su cerebro la emocion que habian sentido los corredores de aquella carrera sideral, y pisaba la arena submarina imaginando frases grandilocuentes que el futuro veria impresas en los libros de historia.

Resulta entonces una graciosa coincidencia que el unico tiburon con esquizofrenia de los siete mares se hubiera levantado aquel dia creyendose un hambriento alienigena del espacio exterior.

Abre Los Ojos

Son las tres de la mañana, y como mi imaginacion funciona con dibujos animados, unos ojos de un blanco perfecto parpadean sobre el negro de la noche.

Algo no esta funcionando del todo bien, piensa el propietario de esos ojos. No se si esto es normal, pero que todos los dias haya que tumbarse al anochecer sin otra cosa que hacer que mirar la infinita oscuridad, no me parece a mi que este pensado a fondo.

Los ojos vuelven a parpadear, y en el reloj marcan las tres y veinticuatro de la madrugada.

El aburrimiento de los años ha derivado en juegos absurdos que solo pueden realizarse en total oscuridad. Asi, en mitad de la noche, separa los brazos lo maximo posible con la esperanza de que al juntarlos se encuentren los dedos indices. Tambien presiona fuerte con la palma de la mano sobre sus parpados, con el fin de ver unas estrellas blancas que arrojen algo de luz al asunto. O se acerca un dedo lentamente al ojo, abierto de par en par, hasta que lo toca sorpresivamente. Son cosas de mucha risa, pero solo en la mas absoluta negrura.

Nunca le habian dicho que habia que cerrar los ojos al echarse a dormir, asi que con algo tenia que matar el tiempo hasta que amaneciese.

Cambio de parrafo con lapso de tiempo. Ahora es la mañana siguiente, y ya no estamos en la habitacion, sino en la cocina. La radio de la mañana suena monotona, unicamente interrumpida por el tintineo de las cucharas que remueven el colacao de antes del colegio.

- Oye Carlos...

- ¿Mmh?

- Tu... Dime ¿Tu cuando te echas por las noches, cierras los ojos?

Se produce un silencio. Incluso el locutor se ha callado porque algo no le encaja. El cerebro dormido de Carlos sabe que le estan preguntando algo anormal, pero no son horas para molestarse por esas nimiedades, asi que tras unos segundos de somnolienta indecision, resuelve contestar sin mas.

- Si, al final si.

- Ya decia yo...

Entrevista Tipo



Como llegaba con algo de tiempo, me sente en el unico banco que quedaba vacio en el parque. Todos los demas bancos tenian como ocupantes o bien a madres con niños de despellejadas rodillas, o a jubilados haciendo la digestion de una merienda temprana y calmando su osteoporosis al sol.

Lei en alguna parte que para relajarse y sentirse mejor era fundamental una correcta respiracion. Asi que ahi estaba yo, sentado entre bebes llorones y yayos tirando migas de pan a las palomas, respirando profundamente y escuchando Siniestro Total.

Expulse el aire por octava vez, y mire el reloj. Un minuto tarde.

Optimo.

Ding dong.

- Hola, venia por...

- Si, por la entrevista, ya -me dice el gafapasta-. Pasa por aqui, enseguida te atienden -abre la puerta al azul de una habitacion, y marcha rapidamente a atender un telefono que ya sonaba antes de que yo llamara a la puerta.

Tuve que esperar los cinco minutos reglamentarios que aconseja internet a todo entrevistador, y me los pase pensando en gilipolleces. Como "¿habra empezado ya una especie de examen psicologico?". O "seguro que el sitio que elija para sentarme denota mi capacidad para trabajar en equipo". O "estos dibujicos de la mesa significan algo... ¿Esto no son unos pechos?". "Creo que dentro de ese armario hay un enano grabandome con una camara. ¡No te hurgues la nariz!".

Justo cuando estaba a punto de descifrar un mensaje oculto en el gotele de las paredes, se abre la puerta, asustandome.

- Hola Oscar, gracias por venir -el jefe me da la mano, sin fuerza pero con firmeza. Yo le miro las manos y le apreto los ojos-. Sientate, vamos a empezar -oigo como se pone en marcha el cronometro interno de su cabeza. Veinte minutos reglamentarios. Elijo la silla que dice "Me gusta trabajar en equipo, pero puedo llevar adelante un trabajo en solitario. Ah, y mi mayor defecto es ser tan perfeccionista como puntual".

- He traido mi portafolio, para que le eche un vistazo -le paso mi librito, y el sonrie al ver al mono de la portada. Ahi me vengo arriba.

- Perfecto. Bueno Oscar, hablame de ti mismo -empezando con las preguntas mas habituales en una entrevista de trabajo. Je, este ha buscado en google lo mismo que yo.

- Vale. Naci en una cabaña de madera, una calurosa noche de verano -la historia de mi vida en una carilla, esto me lo habia estudiado muy bien. En algun momento de mi relato veo que relaja la atencion y observa distraido mi book profesional, pero no me importa demasiado. Ya lo volvere a enganchar con las trepidantes aventuras de mi adolescencia-. (...) Y acabe estudiando ilustracion, que me gusta mucho dibujar a mi.

- Muy bien. Y dime, ¿por que quieres trabajar aqui?

- Desde pequeño siempre me ha hecho mucha ilusion trabajar en este sitio. Me parece la mejor empresa del mundo, con un trato exquisito para con sus empleados y unas instalaciones encomiables -en ese momento me vienen a la cabeza los consejos dos y seis para una entrevista de trabajo, sinceridad y evitar el uso de palabras rimbombantes como 'rimbombante'.

- Excelencia. ¿Y cuales son sus expectativas salariales?

- Pues me conformaria con ganar la mitad de lo que gana usted.

Me mira a los ojos.

Yo tambien a el.

- Bueno, ejem -carraspeo incomodo-. ¿Se ve trabajando aqui, con nosotros?

- Pues la verdad es que si. Me parece muy bonita esta habitacion, me gusta mucho como la han dejado.

- Si, gracias, vale. Si te contratamos, ¿cuanto tiempo permaneceras con nosotros?

- Si no les importa, me gustaria morir trabajando para ustedes. Que formen una parte esencial de mi vida, esten presentes en los momentos mas importantes de esta, y me acompañen en mi ultimo estertor de muerte.

- De acuerdo. ¿Cuales son sus puntos fuertes y sus puntos debiles?

- Bueno, tengo un poco debiles las matematicas, que no las toco desde el bachillerato. Y no le pillo el punto al guitar hero. Pero llevo muy bien lo de dibujar monicos. Y la tripa tambien la tengo fuerte. Mire, pegue pegue, justo aqui.

- No de verdad, no hace falta. De todos modos, creo que ya esta todo -se levanta de la silla y me vuelve a dar un apreton, aunque esta vez le sudan las manos.

- De acuerdo pues. Espero noticias suyas entonces...

- Ah si, ya le llamaremos.

- ¿Sabe que ahi arriba esta dibujado este preciso instante y puedo ver que lo que en realidad piensa es en una pareja de aves copulando?

- ¿Que?

- Copulando.

La Pereza Que Da El Frescor

Frio.

Un frio de esos en los que la temperatura decide hacer deportes de riesgo y acaba con el espinazo hecho trizas y una cuerda pulcramente enrollada al lado. Un frio que haria encender una estufa al mismisimo señor Scrooge. Un frio blanco. Un frio en donde nunca nieva, porque a los copos les da frio tocar el suelo. En el que las mantas se echan algo encima para abrigarse. De esos en los que incluso la muerte suelta bocanadas de vaho. Un frio con olor a castañas asadas. Un frio de cojones, que va por ahi con guantes azules. De esos que te hacen ir por la acera soleada. Un frio que tuvo que aprender a andar dos veces porque perdio los dedos de los pies. Un frio que parece que coge tu nariz y te hace un truco de magia reemplazandola por un carambano. De los que te metes en la cama y frotas rapido los pies para calentarla con la friccion. Un frio con tres pares de calcetines. Que se calienta los dedos con una vela para poder hacer su tarea diaria. Un frio que te empaña los cristales sin practicar el sexo ni nada. Un frio que se hace sopas de ajo para cenar. De esos que van por ahi con la cabeza metida entre los hombros. Un frio del copon, que amanece con miedo y mira por encima de las sabanas los pinguinos deslizandose por el parquet.

Es curioso, pero esto da una nueva vision al porque de la extincion de los mamuts. Cuando el gallo japones anuncio la llegada de un dia mas en la era glacial, el mamut fue incapaz de levantarse a la hora, y llego tarde al trabajo. Y no fue solo ese mamut, que fueron todos, porque hacia mogollon de frio en aquellos tiempos. Y no fue solo ese dia, que fueron todos, porque era la edad del hielo y eso era lo normal. La economia de la sociedad mamut no pudo aguantar mucho tiempo con toda esa gente llegando siempre tarde, y la extincion no tardo en llegar.

Una lastima, porque al dia siguiente hizo sol. Y buen tiempo.

Es Un Pipi


- ¿Y eso que es? -la nube de laca parecio dibujar una interrogacion en el aire, y el humo del cigarrillo, anclado a una boquilla de proporciones ridiculas señalo con forma de flecha la pajarera que destacaba entre las cacerolas.

- Un pipi.

Y el sonido producido por esa voz cantarina e inocente salio revoloteando desde los labios y se poso gracilmente en el cortex auditivo de una ausente agaporni, que hasta entonces se balanceaba levemente en su columpio. Y una vez posado en el cerebro, empezo a chillar.

"Es un pipi, un pipi". La afirmacion onomatopeyica retumbaba dentro de la cabeza del pajarito, rebotando por las paredes. Efectivamente, era un pipi. Tenia cuerpo de pipi, pequeño, aerodinamico y cubierto de unas plumas suaves y coloridas. Tenia igualmente alas de pipi, con una frecuencia de aleteo acojonante que le permitia orinar sobre la gravedad, ademas de volar. Tenia un pico, tambien como los pipis, diseñado de manera optima para comer alpistes variados y abrir pipas. Entonces... ¿Entonces por que no se sentia como un pipi?

Porque... bueno, no se puede ser un pipi con tentaculos, ¿verdad? Cada vez que cerraba los ojos, o un trapo tapaba la jaula intentando ser la noche, casi podia notar el movimiento tentacular de un apendice que pugnaba por salir al aire libre. Seguro que tampoco se podia ser un pipi devorador de humanos; siempre que alguien pasaba cerca podia oler ese delicioso aroma que llamaba desafiante a sus papilas gustativas y las invitaba a bailar. Y bueno, que se sepa ningun pipi contaba dientes dentro de su pico. La coleccion al completo. Con sus molares, premolares, incisivos y colmillos. Sobre todo colmillos.

Ostias, a lo mejor es que no era un pipi. A lo mejor era una bestia encerrada en el cuerpo de un pipi.

Salio de sus pensamientos y lanzo un feroz mordisco (que no picotazo) contra el dedo que jugueteaba frente a el.

- ¡Ou! ¡Pero es una bestia, esto!

- Pero es tan bonita...

Curucuchu


Volvio a repasar su dentadura minuciosamente, aguantando la respiracion de puntillas sobre el taburete.

- Mmmh...

- Aaay. Vamus payu, deja de mirarlu y decidete ya, que nu tengu tul dia, yu.

- Parece... -bajo de un saltito y la cota de malla resono debajo de la barba- Parece que esta bien, si.

- ¡Pues claru que esta bien! Miralu Man, el payupuni que descunfiadu es.

Man, er Manue, nunca hablaba. En realidad nunca hacia nada. Pero acompañaba siempre en toda transaccion comercial. Resultaba extrañanemente efectivo.

Desconfiado o no, el enano iba a tomarse su tiempo. Mientras pasaba por entre las piernas del animal, dando pataditas a las multiples rodillas, recordaba la conversacion con su esposa. "Sobre todo no te dejes engañar Romodelfierroson, que siempre has sido muy confiado -le habia dicho mientras se afeitaba-. Y esos gitanos se las saben todas. ¿Te acuerdas de cuando viniste a casa con aquella cosa para hacer tortillas?".

- En realidad parece estar perfectamente sano, si. Lo unico... ¿Que son esos bultos que tiene arriba? No recordaba que los unicornios tuviesen nada de eso. Y yo necesito un unicornio ¿eh?

- ¿Ahirriba? Sun lus musculus payu, tudus lus unicurnios bien entrenaus lus tienen. Ademas asi sun mas cumudus, ¿verdad Man?

Silencio.

- Claro claro, eso es cierto. Como un respaldo de piel, ahi voy a estar de lujo. Oye, y el cuerno, esta intacto ¿verdad? Necesito los beneficios magicos que aporta; se nos acaba el agua potable y nuestro hijo el pequeño se enveneno antesdeayer con noseque planta del huerto y habla muy raro desde entonces.

- Que me muera ahura mismu si este nu es el mejur cuernu que pueda tener un bichu destus. Miralu que grande y recticu lu tiene, tu tiesu parriba.

- Es que desde aqui parece un cucurucho hecho con una hoja de cuaderno.

- ¡Un curucuchu dice el payu! Man, ¿te parece un curucuchu a ti?

Silencio.

- ¿Lu ves, payu incredulu? Este unicurniu lleva añus tirandu del carru de la abuela de Man, que el cielu la tenga en su gluria. Le tiene muchu cariñu y te lu vende cumu un favur persunal, purque le caes bien.

- ¿Ah si? ¿Eso te ha dicho?

- Cumu me llamu Sanchez Heredia que me lu diju ayer mismu.

- Venga, de acuerdo. Me lo llevo pues. ¿Que quereis por el?

Los gitanos cruzaron una mirada de manera imperceptible, y Man asintio fugazmente. Sanchez Heredia esbozo una sonrisa.

- Una caravana.

- Pa su Mama.

Corbaya (Titulo Provisional)


- Disculpe monsieur.

- ¿Si?

- Este local se rige por una normas monsieur. Lamento decirle que no puede entrar aqui sin corbata.

- Si bueno. Yo es que soy una cobaya, ¿no sabes?

- Je suis desolee, sin corbata no se puede entrar.

- ¡Pues me voy a cagar yo en las etiquetas gabachas, las baguettes y la torre Eiffel que no puedo entrar sin corbata y soy un puto roedor!

El recepcionista encogio sus hombros a la vez que su ridiculo bigotito, se giro casi imperceptiblemente detras de su atril y tacho algo en el enorme libro de reservas con ademan amanerado.

- ¡Y pasa de todo el tio! Deja -se zafo bruscamente de su esposa, que le cogia de la patita para calmarlo-. Se van a enterar de quien soy yo. ¡Faltaria mas! ¡Garçonucho! Una mierda para la liberte, un zurullo para la egalite, y un mojon para la fraternite. ¡No me puedo poner corbata! ¡No hay de mi tamaño! ¡Que soy una cobaya yo! ¡Co-ba-ya! ¡Co-...

- Cariño...

- ...ba-ya! ¡Que!

- Vamonos a otro sitio y olvida el asunto, no es la primera vez que nos pasa y estoy cansada.

- ¡Pues no nos podemos ir a otro sitio! Resulta que no podemos cambiar a otro sitio porque al capullo de mi jefe se le ha ocurrido la brillante idea de invitarnos a cenar esta noche. A mi, a ti y a los crios -señalo distraido y sesenta y cuatro pares de ojos siguieron el movimiento de su mano-. Y se le ha ocurrido porque me mato a trabajar trece horas al dia para mantener una prole que no hace mas que crecer y desgastarte las tetas y el capullo de mi jefe ha creido que seria una buena forma de reconocermelo, trayendome a este restaurante pijo y humillandome publicamente por el simple hecho de no poder ponerme una jodida corbata.

- ¿Y vas a hacer algo, o te vas a quedar despotricando toda la noche?

- ¡¿Que si voy a hacer algo?! -Levanto la mano violento y justo en ese momento el camarero encendio una lamparita en el atril-. Un momento... Conozco a un tipo... -y atraveso veloz la puerta del restaurante sin terminar siquiera de hablar.



Y esta es la historia de como perdi mi corbata de tipo elegante. Que soy de cuello finico yo.

Vaale. Me amenazo.

El Secreto Esta En La Masa


Era de cajon.

Si algo caracteriza a las herramientas, es que al final siempre acaban perdiendose. Es como una ley universal inefable, que indica ademas que la belleza y utilidad del utensilio es inversamente proporcional al tiempo que va a durar en tu poder. Eso ayudaria a entender que el destornillador-demasiado-grande-para-todo que robaste en las clases de tecnologia siga en el fondo de la caja de herramientas, o que esa reluciente llave inglesa que compraste ex profeso para arreglar la gotera del baño no durase ni siquiera para volver a apretar aquel codo maldito.

Era inevitable pues que ese martillo tan chulo con el mango en madera tallada, forjado por Yunkedecraneo e Hijos con el metal ficticio mas resistente del universo, y con el poder imbuido del Dios de dioses acabara cayendo en el olvido.

Observemos entonces lo que paso despues:

El dios del trueno dio buena cuenta de su ultima cucharada de alubias y aparto el bol satisfecho, eructando como solo un dios capaz de controlar los elementos sabe hacerlo. Acto seguido, el movil comenzo a vibrar encima de la mesa y una musica ridicula acompaño alegremente.

- ¡Te he dicho cien veces que no tengas ese cacharro conectado a la mesa! ¿Es que no vamos a poder comer como una familia normal, por el amor de Dios?

- Cariño, ya te he explicado que tengo que... ¡Ejrem! Si, ¿digame?... ¡Hombre copon, cuanto tiempo! ¿Que es de tu vida?... Sisi, yo igual -no pudo evitar mirar de reojo a la parienta-... Si, por supuesto que si... Bueno, esas cosas... Del culo, claro... No, si, claro que podria, ¿para cuando me dices?...

- Ya lo han vuelto a liar -les hablaba a sus hijos, pero de esa manera inequivoca y ligeramente insultante que dejaba perfectamente claro cual era el verdadero interlocutor-. Si es que siempre pasa lo mismo virgen bendita el dia menos pensado hijos mios...

- ...perfecto entonces... Si, yo tambien tengo ganas... De acuerdo, alli estare. Un abrazo Loki -click-. Estoo, oye cari...

- ¡Que!

La discusion se alargo durante horas. Un niño lloro, un vaso con agua cayo sobre el mantel plastificado, y los vecinos usaron su escoba energicamente. Como en todas las discusiones se dijeron cosas que no se deberian haber dicho, algunas mentiras salieron a flote y el resquemor incendio varias palabras. Se olvido la idea inicial de la discusion y los fantasmas de anteriores broncas pidieron algo de beber y aportaron anecdotas a voz en grito. Fue una riña de las buenas, que desencadeno una tormenta de las buenas.

Y despues, amaino.

Al dia siguiente las cosas estaban calmadas. Muy calmadas. Con esa calma traidora que espera agazapada para darte un susto en cuanto salgas al pasillo de la inocente confianza. Mister trueno ya se habia colocado la capa y su ridiculo casco, pero no era capaz de encontrar...

- ...

- ¿Decias algo? -oyen los pensamientos.

- Cariño... ¿Has visto mi martillo en algun lado?

- ¡En su sitio!

- Nono, ya he mirado y no esta en el paragüero, ¿como puede ser...? -y se rasco la cabeza, justo detras de la oreja. Es lo mejor que se puede hacer cuando no se encuentra algo.



Como narrador omnisciente opino que no deberia preguntar a su mujer, que parece que lo hace para joder. Una risa de color verde (gris en sus inicios) tiene la respuesta.