La Fantastica Vida Del Señor Huevo

Fue entonces cuando el señor Huevo aprovecho esos dias de pascua para hacer aquel viaje con el que siempre habia soñado.

En el mundo imaginario donde existia el señor Huevo (entre otros muchos seres absurdos, como por ejemplo el Perro Que Vestia De Sport Los Domingos, o La Antipatica Matrona Con Cabeza De Pizza) era increiblemente dificil pillar vacaciones, y cada habitante aprovechaba los escasos dias de su vida no-laboral al maximo, exprimiendo los segundos y bebiendose el vaso del zumo del disfrute personal.

El señor Huevo habia crecido con las batallitas de su abuelo, el famoso explorador Edwing Pollo. El y su hermano se sentaban en la alfombra del salon y escuchaban ojiplaticos durante horas las increibles historias del primer pollo que dio la vuelta al planeta. El abuelo revivia los pasajes de su vida con autentico fervor, gesticulando violentamente en las escenas de peleas, imitando las voces de los implicados y relatando con exquisito y preciso detalle cada hoja de cada arbol de cada selva que habia explorado.

Asi que, despues de ocho años estudiando lo que el señor Huevo Senior le habia dicho que estudiara, cogio un petate con las medidas autorizadas y se pago un viaje low-cost con una visa oro que encontro por casualidad en un cajon en el cuarto de su padre para ver las cosas con olor a su abuelo que llevaba imaginando desde la infancia.

Y no volvio a casa hasta mucho tiempo despues. Todos esos kilometros bajo su cascaron le habian cambiado para siempre, volviendolo un poquito mas sabio y tal vez un poquito mas duro, y ya apenas quedaba nada de aquel huevo fresco que partio de la huevera con un petate lleno de ilusion y bocadillos de tortilla. A cambio de todo eso, se trajo la cabeza llena de experiencias extranjeras, la boca llena de idiomas ininteligibles y los pies llenos de sabañones.

Y asi fue como el señor Huevo se convirtio en la leyenda que es hoy en dia.

Viejuna Por Induccion

Demasiado tiempo.

No de vida, que lleva el tiempo justico.

Demasiado tiempo con su abuela.

Tanto rato entre yayos, que si en la residencia jugando al chinchon en bata, que si en la casa que huele a zapatilla y rosquilla, tenia que tener algun efecto.

Por primera vez en la historia, y gracias a un reciente gadget que la señora Blogger ha tenido a bien instalar en el recibidor, tenemos la increible oportunidad de leer los pensamientos del bebe mas viejo del mundo.

"...Si, el pelo que me han dejado en la peluqueria, despues de dos horas leyendo el pronto es ideal, justo lo que queria. Me hace mas alta, y hay que ver el pelazo que parece que tengo, asi todo para arriba. Voy a guardar este par de agujas aqui, es muy probable que luego quiera hacer calceta mirando por encima de mis gafas. ¿Donde habre dejado mis gafas? Juraria... juraria que las llevaba... ¿Morado? ¿Que mi pelo es morado? ¡Esto es mi color natural! Las cosas eran mucho mejor antes, en los buenos tiempos. Todavia recuerdo lo bien que se estaba en aquello que mi generacion llamaba 'posicion fetal'. Eso si era una buena posicion, y no lo de ahora. ¿Y lo de ir a gatas? Habrase visto (gesto de santiguarse). A toda velocidad que parece que quieran abrirse la cabeza contra las esquinas de los armarios, que lo van buscando. Andar es mi ejercicio. Yo lo que en realidad quiero es que me suban la pension, que se me va toda en las pagas a los nietos. Deberia apuntarme a un taller de ceramica, suena realmente bien. ¿Gratis? Deme trescientos, es para la familia, ¿sabe? ...Y entonces en cuanto se despiste ¡zas! adelanto por la derecha y ya he ganado un puesto en la cola del super. ¡Y estos pañales! Ni que los necesitara una para nada, fuera, fuera todo. Aahhhh... Es muy comodo esto de no tener dientes, mira la lengua como circula, lisico lisico. Como me molesta cuando pisan el cesped, ¡que es mio copon! No me voy a apartar nunca en las aceras, llevo toda la vida apartandome, soy un muro infranqueable. Las batas con flores son lo mas comodo y estiloso que he visto nunca. ¿Donde estan mis gafas? Juraria... juraria..."

¡Va Llena De Colores!

Cuando las olas comenzaron a formarse arriba en la superficie, la ballena miro atras satisfecha hacia el recuerdo que era su vida.

No podia quejarse. Habia nadado miles de kilometros, hasta el punto de conocer tan bien el oceano como para dejar de tratarlo de usted. Habia cantado todo lo que habia querido con esa voz de tenor submarino para un publico mas que amplio. Habia saltado por encima del horizonte, escupiendo triunfalmente litros de agua salada. Por supuesto, habia cenado marisco. Mucho marisco. Toneladas de pequeñas gambas con nombre de murcielago. Una vez incluso se comio a un niño (o algo parecido, es dificil distinguir lo que tienes en la boca cuando un trago tuyo podria vaciar un par de piscinas) y a un abuelo que navegaban en su fragil esquife.

Con un suspiro de satisfaccion se tumbo por primera vez en la arena, con la luna llena secandole la piel.

Al mismo tiempo, a millones de granos de arena de distancia, un ejercito de pequeñas criaturas marchaba en filas perfectamente ordenadas, al mas puro estilo militar.

El ejercito de infanteria de los cangrejos herradura tenia un objetivo en mente, pero el cabo encargado del peloton de avanzadilla estaba a punto de desmentir la suerte que sugeria su nombre.

- ¡Señor! -el sonido de la pinza contra el caparazon sono extrañamente solido- ¡Parece ser que tenemos un pequeño problema, señor!

- ¿De verdad, cabo? ¿Y no tendra algo que ver con esa ballena jodidamente enorme que nos corta el paso a diez metros?

- ¡Señor! ¡Precisamente, señor! ¡A diez eme punto de nuestra actual posicion un animal mamifero del orden de los cetaceos y de aproximadamente ochenta y tres te eme punto obstaculiza nuestro camino, haciendo imposible nuestro avance! ¡Señor!

- Muy eficiente cabo. Y digame, ¿como ha tardado todo este tiempo para informarnos de algo que llevamos viendo tres malditas horas?

- ¡Señor! ¡El soldado raso Edwing sufrio un percance de caracter privado que mermo considerablemente nuestra capacidad de marcha y nos retraso sobremanera, señor!

- Ya veo... ¿Y de que puto percance estamos hablando, si puede saberse?

- ¡Señor! ¡A pesar de la privacidad de dicho problema me veo obligado a contestar acogiendome a nuestra diferencia de rangos, señor!

- ¿Y bien?

- ¡Señor! ¡Se le subio un huevo! ¡Señor!

- Ah bueno, entonces vale. -Asunto zanjado. Se dio media vuelta, hacia el peloton, y grito con autoridad- ¡Señores! Parece ser que tenemos un problema de puto caracter enorme que impide nuestro paso. Requiero ahora mismo se presente ante mi un valiente jodido voluntario que despeje el camino y nos permita alcanzar nuestro destino final.

El peloton, todos a una, retrocedio dos pasos para completar un perfecto zigzag. El unico soldado que quedo delante se tambaleo etilicamente.

- ¡Bien soldado! La raza entera le agradece este gesto de lealtad y valentia. ¡Soldados! ¡Prendan con cadenas esta escoria crustacea y rellenenlo con toda la polvora que quepa en su maldita concha de ermitaño!

- ¡Hips! -Fue su ultima palabra.

El Ataque De Las Pelusas De 50 Pies

De los creadores de "Los Pequeños Monstruos Dentifricos" y del productor de los exitos de taquilla "Bolsa Escrotal" y "Bolsa Escrotal 2: El Ascensor" llega ahora a nuestras pantallas un nuevo clasico del cine de terror de nuestro tiempo. Comprar calcetines nunca volvera a ser lo mismo.

(Unas letras sobreimpresionadas aparecen en la pantalla con un zoom digital bastante chungo que convierte los caracteres en pixeles: "El Ataque De Las Pelusas De 50 Pies". A continuacion, musica alegre hecha con xilofono.)

Todo parecia indicar que un nuevo dia se iba a sumar a la rutina del joven Jimmy. Papa leia tranquilamente el diario dominical en albornoz y zapatillas de andar por casa, y una nube de espeso humo marcaba el ritmo de lectura como una locomotora. Mama exprimia el zumo de naranja mirando con un ojo el colesterol de las tortitas con bacon y con otro una pelicula en blanco y negro que narraba a modo de musical la feliz vida en los felices años veinte.

Nada podia hacer pensar lo que iba a ocurrir a continuacion.

(Un grito desde lo alto de las escaleras. A Mama se le cae el bol donde preparaba los huevos revueltos. Papa asoma un ojo por encima de la seccion de economia, atragantandosele la pipa. Se miran. Oh no, es la habitacion de Jimmy.)

El horror mas horroroso y el estupor mas estupefacto en el nuevo referente de la serie Be. Tenga cuidado con lo que se pone. Vigile su ombligo. Corra por su vida pues ya estan aqui...

¡LAS PELUSAS MUTANTES!

(Sale el joven Jimmy hurgando entre los dedos de sus pies, y una confusa imagen aparece de repente y se come la pantalla, dejandolo todo en negro. Se repite exactamente el mismo grito de antes.)

El Rey De Malubilis


Malubilis es un pais rarisimo donde las cosas funcionan de otra manera.

Para un visitante primerizo es un caos. Todo pasa muy deprisa, y uno tiene la impresion de no tener control sobre ese cuerpo que antes era suyo pero que ahora lo lleva dando tumbos de un lado para otro. Coge este taxi, paga poco pero mucho, gente que te grita, esto no es una taquilla, sigueme por aqui sin pensar en lo que haces, este autobus lo robe yo mismo, dejame tu mochila, admitimos euros, tortilla de patata caducada, lentejas de equipaje, te cobramos el doble, asientos de polvo, no entiendes nuestro idioma, madrid o barcelona, te invito al agua, diez horas, pito conductor, ojo oveja, bronca gratis, bajate en mi parada guiño guiño, donde esta esto, justo este vive al lado.

Pero despues de un par de dias, la exagerada hospitalidad de sus habitantes ya te hace creer que eres un experimentado viajero que lleva años explorando las entrañas de Malubilis. El te es tu nueva bebida favorita, dices azucar cuando te dan de comer datiles antihigienicos en el mercado y regateas los precios con ingenua habilidad. Todo sigue pareciendo sucio y de segunda mano, pero ya te vas acostumbrando a dormir entre fluidos resecos. Tienes un diploma vitalicio que indica tu experiencia a lo rol, comes en familia aunque no esta tu familia, y la diarrea te da la mano y paseais juntos por la calle. Con los dedos entrelazados.

Y cuando pasa algo mas de tiempo, el pais ya no tiene secretos para ti. Tu amigo casi guia, traficante de diamantes y pentacampeon del mundo de karate te resulta un poco cansino, ya que no necesitas mas de sus servicios. Puedes moverte con los ojos cerrados por la ciudad, sabes donde comer y tienes una alfombra de seda de cactus, nadie puede enseñarte ya nada. Asi que te vas, comes mal y te bebes una cerveza de orines fermentados que se acaba mucho antes que la comida de virus intestinal.

Menos mal que cambias de ciudad. A lo tranquilo. Que es un laberinto azul donde todas las calles son la misma. Con olor a tabaco especiado, y la gente ofreciendote algo bueno aunque no te aclaren si es sexo estupefacto. Con sofas por los rincones, una terraza de atardecer y killbill arabe a la hora del bocadillo. Y un nativo con acento de bilbao hablandote del libro de petete, y unos gatos que se te suben por el cuscus. Saiyajines en lo alto de las torres octogonales avisandote de que venga chicos, ya es la hora.

Y en todas partes la foto del rey. Que tiene unos pies enormes y exige puertas de su tamaño para los actos oficiales. Aunque si ve que no entra, siempre puede saltar la muralla, que para eso es el rey y para eso mando agujerear la parte superior, justo a la altura de sus ojos.

¡Revolucion En La Ciencia!

El foco dibujo un circulo de luz en la arena tintada de rojo chillon, y un hombrecillo de proporciones imposibles avanzo a saltitos hasta el centro de la pista agradeciendo los aplausos con una pequeña sonrisa.

Un microfono bajo desde el cielo de la carpa, como esos que utilizan en los combates de boxeo, y se quedo unos centimetros por encima del alcance del jefe de pista, casi rozando su sombrero de copa. Este miro con odio a un punto oscuro entre bambalinas, y despues de unos segundos de silencio (toses del publico incluidas) aparecio un fornido gorila con sombrerito de papel haciendo eses sobre un monociclo, que aupo al tipo cogiendolo por los tirantes.

En cuanto tuvo el microfono, pataleo para zafarse de aquellas manazas que lo sostenian, pero el gorila estaba distraido mirando las polillas que revoloteaban enfrente de la luz, y cualquier intento de escape resultaba inutil. Derrotado, se acerco el micro al bigote y comenzo la presentacion con sus piececitos bamboleandose a un metro del suelo.

- ¡Damas y caballeros! ¡niños y niñas! ¡abuelos y abuelas! ¡Humanos en general! -su mostacho en espiral se movia arriba y abajo con cada palabra, y a cada grito se le crispaban las piernas hacia los lados- ¡Preparense para lo nunca visto! ¡Revolucion en la ciencia! ¡Un espectaculo que quedara grabado en sus retinas para siempre y contaran a sus nietos entre lagrimas! ¡Olviden todo lo que habian aprendido hasta ahora! ¡Abran su mente a un nuevo mundo donde todo es posible! ¡Donde el Grelion es el nuevo rey de la selva! ¡Donde los elefantes bailan el cancan sobre pelotas de colores! ¡Un mundo nuevo en el que las leyes de la fisica y la naturaleza no quieren entrar!

Los tenia. El publico estaba sobrecogido, con miedo a pestañear para no perderse la maravilla que estaba a punto de salir. Como un fakir hindu, habia captado toda su atencion, y solo quedaban un par de notas para hipnotizarlos del todo.

- ¡Se lo que se han estado preguntando desde hace tiempo! ¡Yo tengo la respuesta! ¡¿De donde viene el hombre?! ¿Venimos del Mono, o del Oso...?! ¡Si amigos! ¡Pues preparense, porque por primera vez en la historia de la humanidad, vamos a desentrañar ese gran misterio! ¡Señoras y señores, con todos ustedes... EL OSO HUMANO!

El Individuo De Traje y Cuello Que Se Colo En Mi Lapicera


Cuando cogi la lapicera note algo raro, como eso que hacen en las peliculas que pasan imagenes a toda leche y entonces el protagonista ya sabe lo que va a pasar en el futuro y resuelve sus problemas gracias al sindios que acaba de ver. Pues bien, puedo asegurar con certeza que las revelaciones rebobinadas para adelante no son lo mio. Yo, que soy un poco mas lento que un protagonista de hollywood, no saque en claro nada mas que un pinchazo en la sien y un molesto tic en el parpado izquierdo.

Note tambien una ligera descarga, una corriente a velocidad luz que dio un brinco desde el grafito y recorrio mis huesos hasta el codo, con la intensidad justa para joder, pero no doler.

Pero pase de las señales. Yo es que soy asi, inconsciente e irreflexivo. Tenia un objetivo en mente y cualquier otra cosa me daba igual. Si hubiese venido un pequeño y anciano chino milenario y desde la penumbra de un rincon me hubiese indicado con un efecto chulisimo en el humo de su pipa que sobre mi lapicera habia una extraña maldicion con nombre de entremes oriental, simplemente le habria dado unas palmaditas en la calva y lo habria echado de mi habitacion. Que no se puede fumar copon.

Asi que haciendo caso omiso de la providencia y la serendipia, cogi la lapicera y empece a dibujar feliz y despreocupadamente.

Porque tenia una idea ya hecha. Tengo que reconocer que a veces no, que dejo la mente en blanco y que salga lo que quiera del papel, pero no esta vez. Una de las tontadas escritas en mi movil iba a cobrar vida en ese momento: ya se habia dibujado en el cerebro, asi que llevarlo hasta la hoja era solo una cuestion de tiempo.

Cuan equivocado estaba. Donde iba una linea recta, salia una curva. Eso que era un zigzag, se convertia automaticamente en un ojo. Las curvas del cuerpo de la bacteria, de repente se transformaban en una mano. Y todo con una suavidad inusitada, y eso que yo me esperaba que cuando estuviese poseido las cosas serian mas violentas, con espumarajos por la boca y rasgando el papel hasta romperlo, gritando tacos y llorando sangre.

Pero no. De la manera mas normal, salio un tipo extraño con cuello de caracol y perfectamente trajeado, con cara de no saber que hacia alli. Quien sabe, quiza el pensaba ir a otra parte y de repente se encontro en mi hoja.

Como cuando llamas por telefono y te contesta un anonimo gilipollas.

El Jefe De La Piscina

Si vas por ahi preguntando por el, lo mas probable es que la gente te mire como a un loco y se aleje poco a poco arrastrando el culo disimuladamente a lo largo del bordillo. Algunos seguramente te indiquen una persona al azar, solo por aparentar ante su señora. Otros graciosos te señalaran ese conserje barrigon que dormita apoyado en el palo de la fregona. Luego habra algunos imbeciles que escupiran con desprecio sobre tus pies. Los gilipollas.

Y es que al Jefe de la Piscina solo se lo ve cuando a el se le antoja.

Aunque si te fijas con el cuidado que da la distraccion, es probable que al final puedas distinguirlo de refilon por el rabillo del ojo, y unicamente cuando el sol refleje en su piel de cuero viejo.

Lo primero que se tiene que tener claro, es que todas las piscinas tiene un Jefe. Desde esa piscina olimpica con trampolines imposibles hasta esa otra cubierta de limo porque el cuñado no ha querido atenderla durante las vacaciones, o aquella sospechosamente tibia en la que unos niños sin capacidad para casi nada pasan las tardes medio flotando medio cociendose al sol. Todas y cada una de las piscinas en las que tu memoria se ha dado un chapuzon, todas, tenian un Jefe que regia solemnemente.

Es mas que probable que el Jefe estuviese antes que la piscina en si misma. Que tuviesen que construirlo todo alrededor de el. Que los obreros se pusieran a apilar ladrillos y ya hubiese alli un tipo paseando con aires grandilocuentes, examinando los materiales como si fuesen suyos. Los trabajadores darian fe de que era el que primero llegaba, y el ultimo que se iba. Quiza es que nunca se iba.

Porque nunca se va. Siempre esta ahi. Aunque no lo veas, el estara paseando por la orilla, mirando discretamente como los bikinis encogen a cada temporada, velando por los debiles y dando charla a los socorristas. Es el responsable de todo, cuida del cesped, de los hongos de los vestuarios, impone el precio abusivo de los helados, controla la temperatura bajo cero de las duchas-obligatorias-antes-del-baño, se preocupa de que el suelo sea los suficiente resbaladizo y mil tareas mas. Me juego el cuello a que el fue tambien el que empezo a correr el bulo del agua que se tinta con los orines*.

Y aunque casi siempre esta fuera del agua, de vez en cuando se da un chapuzon. Nada muy despacio, como solo saben hacerlo las personas octogenarias o los perezosos, como si nada le importara en el mundo. Y aunque el agua este abarrotada, hasta el punto agostiano en que la proporcion humano-agua cruza la barrera de lo decente, el tendra el espacio suficiente para ir en barco si quisiera (aunque no quiere, es mas de ir nadando al estilo yayo), como por arte de magia. Para hacerse una idea, es como lo de Moises dividiendo las aguas del mar rojo, solo que en vez de agua salada, aqui son lorzas, bañadores, cloro y humanos.

Asi que ya sabes. Si alguna vez tienes la suerte de cruzarte con el, guardale el respeto que se merece y disfruta del baño como si fuera el ultimo de tu vida. No todo el mundo tiene la suerte de poder decir que ha compartido fluidos con el Jefe de la Piscina.


* Porque eso queridos niños, como todo el mundo con dos dedos de frente sabe, es una mentira del gobierno que intenta controlar vuestros esfinteres mediante sucias argucias. Demostrad vuestra repulsa contra el sistema orinando en vuestra piscina favorita. ¿Liberador, eh?

El Sospechoso Caso Del Palo Mas Corto

- Oye Bodock, que tenemos que jugarnosla ya.

- ¿Ya? -el telefono cogia su voz y la deformaba en cursiva.

- Si, que nos estan metiendo prisa y tenemos que darles una respuesta ya.

>> Podemos hacerlo de dos formas. O te vienes para casa echando hostias, o le das la potestad a Muinustre y que el coja palico por ti -Muinustre habia empezado hacia un par de minutos su danza de la buena suerte, y estaba proyectando en su cerebro como iba a ganar el sorteo. El universo estaba realmente impresionado, y empezo a realizar una serie de movimientos en favor de aquel imbecil optimista-. Primero saca el, luego vuelve a sacar por ti, y yo me quedo con el ultimo.

A pesar de antiguas experiencias, el altruismo y la pereza, sentados en el Bodock-hombro, le dijeron con desgana que era mucho mejor no asistir al sorteo en directo y obtener la respuesta via telefonica. La comodidad de estar sentado en casa en gallumbos bien lo valia.

- Na, hacerlo ahi vosotros y decidme como va.

- Vale pues. Ahora cojo los palos y Muinustre saca para el -en un habil movimiento Parrustio intento crear confusion y desoncierto, cogiendo los palos a mala idea y dejando distintas alturas entre unos y otros.

- ¡No cabron! ¡Los palos a la misma altura todos! ¡A la misma altura! ¡Manipulador!

- Vale vale vale. Venga, coge.

- Uoooo las magias de la buena suerteee. Voy a coger, voy a coger... -los dedos de Muinustre bailaban ondulantes entre los tres palitroques, tanteando y poniendo nervioso al personal- ... ¡este!

- Que ha pasado, tios, que ha pasado.

- Nada, que ha sacado un palo. Ahora va a por el tuyo.

Justo en ese momento el universo perdio el interes y dirigio su mirada de millones de años luz hacia otra parte, seguramente una parte mas interesante con playas y pechos.

- Pues este mismo.

Se puede adivinar el resultado sin necesidad de seguir con la historia. Y en realidad nunca sabremos si es una historia verdadera esta. Seguramente en el lecho de muerte de alguno de los tres amigos varias verdades sean reveladas y el equilibrio cosmico se restablezca.



Aunque por ahora yo estoy bien en mi enorme habitacion.

En Busca Del Piso Perdido

El rumor empezo a correr una tarde de verano disfrazada de primavera, con el sol calentando el asfalto con toda la mala leche que pudo reunir en tan poco tiempo.

Los edificios empezaban a agitarse nerviosos, y cuchicheaban entre ellos a una frecuencia que el ser humano no era capaz de percibir. Se alertaban los unos a los otros a una velocidad de vertigo, y en cuestion de horas toda la ciudad estaba al tanto de la fatidica noticia, desde el mas alto edificio de negocios (aunque creedme, estos estaban a salvo) hasta la casucha mas pequeña de la periferia, hecha con pladur y escupitajos. Y es que los edificios no distinguen de razas para estas cosas. Aunque si para todo lo demas.

Bueno, el caso es que estaban todos acojonaditos, ya que se habia filtrado la informacion de que aquellos molestos pero atractivos humanos buscaban piso de nuevo.

Asi que esa misma noche se reunieron los edificios mas sabios en una reunion secreta, como hacian en la antigüedad, con el fin de dar con el plan definitivo que lograra eliminar para siempre aquella molestia cuasianual.

Hablaron durante horas, y cada uno tenia una idea distinta para solucionar el problema. Como los edificios, aparte de sorprendentemente imaginativos para el mal son terriblemente testarudos, tardaron un dia mas en ponerse de acuerdo entre ellos. Pero lo hicieron, y trazaron un plan que consideraron perfecto en primera instancia. Mierda en la segunda.

La primera parte del malefico plan trataba minar la moral del enemigo, a lo estrategia belica. Conformaron una primera linea defensiva que consistia en la cochambre mas miserable, los peores pisos de la ciudad que se llenaron de basuras, escombros e insectos para la ocasion. Cada vez que un casero (esos seres que no forman parte de ningun bando, ratas mezquinas y miserables que no caen bien ni a humanos ni a edificios) abria cualquiera de sus puertas, el piso en cuestion se esmeraba en desnivelar el suelo de sus habitaciones, encharcar la poza de la cocina o impregnar sus paredes con un olor mezcla de yaya muerta y cien mil comidas cocinadas en el mismo aceite.

El alegre e idiota optimismo de nuestros amigos humanos desbarato, como no podia ser de otro modo, la precariedad de esa primera parte.

La segunda parte atacaba directamente a la fortaleza fisica del ser humano, ser enclenque por naturaleza. Los siguientes pisos a ser visitados se organizaron de tal manera que quedaban siempre en las puntas mas alejadas de la ciudad, por lo que nuestros heroes anduvieron como trescientos veinte kilometros en cosa de dos dias.

Salvaron el obstaculo con un oportuno cambio de calzado.

Y el plan llego a su tercera y ultima parte.

Mariquita el ultimo.

El Mes Que Intento Comerse Mis Dibujos

Los Meses son enormes monstruos descerebrados y sin ojos que se alimentan del Tiempo.

Los hay de diversas formas y tamaños, humores y actitudes, incluso olores y sabores, asi que lo mismo te puedes encontrar un Mes chiquitico y peludo de color gris debajo de la cama, como uno enorme agitado y azul chupando una playa. O uno bonachon de risa contagiosa, u otro con el ceño fruncido y los morros apretados. O aquel que sabe a pollo asado, o el que huele a canela (pero es veneno).

El que nos ocupa hoy es de los chungos. De esos meses peligrosos que te hacen cambiar de acera y sujetar el bolso con las dos manos. Que prohibes a tus hijos que queden con el por las tardes, de esos que cuando entran en un banco todos saben que ha venido para atracarlo. Un mal mes, de los que no llegas al final.

Pero en su defensa hay que decir que no es culpa suya.

Tuvo una infancia dificil. Los demas meses se metian con el porque no paraba de comer cuando estaba ansioso. Y cuanto mas se reian de el, mas ansiedad le entraba, mas comia, y mas se reian de el. Eso estaba bien para la asignatura de comer tiempo, la mas importante en primaria, pero no resultaba demasiado apropiado en las clases de contar meses con nudillos, o en la de meses de verano, que impartia el envidioso señor Febrero. En esas clases se ponia a comer cualquier cosa, y los profesores le castigaban de cara a la pared cuando reparaban en aquella marca de mordisco en su pupitre, o veian asomando los pies de su compañero de asiento mientras lo sorbia a lo espagueti.

Ni que decir tiene que acabo por comerse la pared, ladrillo a ladrillo y corriendo hacia la libertad.

Cuando le comunicaron la terrible noticia que acabaria cambiando su vida, le dio la locura y empezo a comer descontrolado.

Se comio quince dias de crucero por el mediterraneo, y se quedo con hambre. Entonces se comio cuatro dias de asuntos propios que protestaban a la puerta de una patronal, pero seguia con hambre. De un mordisco se jalo un fin de semana romantico en Praga que no pudo hacer remitir aquel dolor de estomago. Engullo como los patos una tarde en el parque que se le quedo entre las muelas. Despues se trago sin masticar un par de horas de concierto casi sin darse cuenta. Sorbio los segundos de un record de velocidad como si de una sopa de fideos se tratase. Y con eso agoto todo el tiempo. Y aun asi seguia con hambre.

Y entonces el muy cabron vio mis dibujos ahi encima de la mesa, en los otros folios, y se lanzo como loco con los ojos fuera de sus orbitas. Si hubiese tenido ojos, claro.

Va a ser una dura batalla.

El Hombre Muletilla

- Hola señor. ¿Señor? Disculpe señor, ¿que esta haciendo? -la reportera caminaba apresurada por la cuneta de la nacional microfono en mano, atada irremediablemente por una cuerda en la cintura a su compañero de trabajo y penurias, que llevaba una camara demasiado grande y resollaba fuertemente-. ¿Señor?

El hombre se dio la vuelta en una complicada maniobra que recordaba vagamente a las formas de andar de un cangrejo. Sus pasos sonaban como un xilofono.

- Co pues aqui estamos co. Cada uno se gana la vida como puede, que esta la cosa muy mala. Co.

- Aja. -la deformacion profesional de la reportera habia llegado a limites insospechados debido a demasiados programas grabando la miseria. Era muy dificil impresionarla-. ¿Pero esta seguro que esta bien esto que esta haciendo? ¿Eso son armas quimicas verdad? -pregunto como si nada.

- Pues si. Co, tengo un poco de todo ¿sabe usted? Hay que estar preparado en esta vida y adaptarse al medio co. Esto de aqui son bombas racimo, que les he metido yo mismo un poco de cocaina y algo de matarratas para hacerlas mas destructivas. Co. Y esto es un misil aire-aire al que le he clavado un par de estrellas ninja en la punta co, y asi hace mas daño. En el maletero tengo una miaja de plutonio doscientos treinta y nueve mezclado con chococrispis, ademas de sonajeros co, algo de sobrasada y tres jilgueros que cantan como los angeles envenenados con eso que tienen las ranas en la piel. ¿Tiene algun problema co?

- De ninguna manera buen señor, yo estoy aqui para relatar la miseria de la sociedad sin hacerme participe de ella. Es mi rollo de reportera.

- Co, correcto.

- Oiga señor, ¿y como es que no tiene ni brazos ni piernas, y como sujeta entonces estas muletas? -probablemente fuese una de las pocas personas en el mundo capaces de preguntar algo asi de la manera mas banal, como aquel que pregunta por la hora o el estado de las carreteras. Seguramente una cuestion asi la hiciese merecedora de algun tipo de premio que pudiese conceder una asociacion de gente despreocupada (AGD). Si es que se preocuparan de organizar ese tipo de cosas.

- Pues vera señorita, y lo que le digo se lo digo de verdad, y es que este es un barrio muy peligoso co. Lleno de gente muy mala a la que no le importa ni su vida co. Co, y lo de las muletas es algo sencillo co. Lo hizo un mago.

Un coche paso con el efecto doppler tocando el claxon, y un cabeza de cenicero asomaba la cabeza por la ventanilla del asiento de atras.

- ¡Borraaaaaaachooooooooo!

- ¡Hideputa cagontostusmuertos co! -el golpe de las muletas contra el suelo acompañaba perfectamente acompasado cada juramento-. Lastima te estampes na mas pasar la curva co. ¡Malnacido, hijo de la gran...

- Bueno señor, que muchas gracias por atendernos ¿eh? Ha sido un placer.

- Encantado igualmente co, tenga mucho cuidado por ahi ¿vale? ¿Co? ¿Me lo promete?

- Prometido. Muchas gracias. ¡Y suerte!

El Dia De Los Abrazos

Y a esto se le llama meter presion

Acabando Con El Enemigo


- Pues precisamente tengo un hueco libre que parece ideal para usted, pasando el abdomen a la derecha. Podra disfrutar de toda la cupula diafragmatica, asi que supongo que no tendra ningun problema de espacio. Y esta recogido del frio y muy bien comunicado, la verdad es que es una ganga. Si tuviese que elegir algun lugar para mi mismo, no dudaria ni un momento. Jum jum jum.

- Ya. Estoo... muchas gracias.

- No hay de que. Espero que su estancia aqui sea de lo mas comoda, y no dude en comentarme cualquier problema que pudiese tener.

- De acuerdo. Gracias de nuevo, adios.

- Que pase usted una buena noche.

Al principio no habia tenido ningun problema que comentar con su anfitrion. De hecho, durante los primeros dias todo habia sido perfecto. El acuerdo al que habian llegado, alojamiento a cambio de algun apaño en el edificio, le parecia ideal, y llego incluso a pensar que habia salido ganando con un trato tan bueno.

Pero fueron pasando los años, y aquellos apaños esporadicos se convirtieron en una mala costumbre mas frecuente de lo que hubiera deseado.

De repente, y sin darse cuenta, se estaba ocupando de la digestion, sintetizando multiples proteinas, metabolizando carbohidratos, desintoxicando la sangre, guardando cantidad de sustancias... Por dios, ¡incluso se implicaba con los orines!

¿Y alguien se lo agradecia acaso? ¡Nadie!

Nadie. Se dedicaban a hundirlo, a reirse de el y cuchichear por los pasillos, hurdiendo nuevas formas de tortura para acabar con su paciencia. ¡Quiza incluso con su vida!

La ultima jodienda consistia en vulcar cantidades desorbitadas de alcohol en la sangre que, por supuesto, el se encargaba de neutralizar, poniendo en grave peligro su salud y bienestar.

Cuando en una de esas limpiezas de sangre entre vapores etilicos llego la locura, lo hizo con un sonido semejante al del chasquido de un latigo. Con un tick en el parpado y sin atender a razones, el pequeño higado casi esterilizado en alcohol salio por las malas, agarro el hacha y actuo sin pensar, en una especie de trance asesino salpicado de sangre y mojito.

En el juicio el fiscal alegaria que se encontraba bajo los influjos del alcohol. No te jode...

Los Mohos


La señora de la limpieza bailoteaba distraida por el gimnasio al son de sus auriculares, ajena a las miradas de la gente, en su propio mundo de musica con olor a desinfectante.

La musica era su forma de combatir al tedio. Los boleros la ponian contenta mientras el mocho se reflejaba en las baldosas resplandecientes, las rancheras le gritaban al oido al pasar la balleta por los espejos y los pasodobles la hacian doblar el paso para terminar cuanto antes con el interior de los retretes.

Las zapatillas de casa, su calzado habitual de trabajo, dibujaban unas figuras perfectas en el parquet fregado con vinagre, y el vuelo de la bata ondeaba como las notas ondean en el aire. El ruido que hacian los guantes de goma contra el palo de la escoba marcaba un ritmo que las personas ajenas a sus privadas canciones no olvidaban en todo el dia, y si el pelo no hubiese estado recogido con una rejilla seguro que tambien habria hecho algo raro que tuviese que ver con compases o semicorcheas.

Las ultimas notas de un acordeon acompañaron perfectamente a unos fluorescentes que se apagaban ruidosamente, y la cancion entrante marcaba al son de trompetas la ultima habitacion del dia.

Mientras arrastraba el carro que portaba los productos de limpieza, la señora fruncio el ceño contrariada por esa jodida sensacion de dos canciones que se solapan y juntas forman un sindios, asi que apago su walkman de cassettes y se puso los auriculares de gomaespuma a modo de collarin.

Eso le permitio oir desde la sauna un coro angelical que cantaba una cancion de unos estadounidenses años cincuenta, a capella y con probablemente un bajo de oscuro timbre haciendo de voz grave provisto de un bigote.

Era imposible que a esas horas de la noche hubiese alguien en el edificio, pero nuestra intrepida amiga empujo la puerta hermetica de la sauna valientemente dispuesta a utilizar los consejos que habia leido en las revistas de recepcion. Estaba preparada para cualquier cosa, excepto quiza para una bizarra mutacion de humedades cantando perfectamente afinada.

Interrumpieron su bom bom sh-bum pawindo al verla aparecer, y gritaron al unisono algo de un gato.

La señora de la limpieza cerro de golpe, dejo caer la fregona y se fue para su casa. Al dia siguiente cambio de repertorio musical.

Se paso al metal.

¡Krilin Eastwood!

El combate estaba tomando demasiados capitulos. Se alargaba de manera ridiculamente innecesaria excusandose en el ritmo de noseque manga, y las intensas miradas, las repeticiones de golpes a camara superlenta y las absurdas poses de combate hacian malabares con la paciencia del espectador.

Si alguien hubiese prestado atencion al resumen del principio y obviado la taladrante y repetitiva musiquita de fondo, se habria enterado de que Goku estaba tendido en el suelo inconsciente, y que Freezer, gracias en parte a las Fuerzas Especiales Ginyu habia tomado la delantera y estaba a punto de conseguir el control sobre Namek y las bolas de dragon. Pero como habilmente apuntaba el comentarista, la pequeña linterna de la esperanza brillaba aun en el corazon de los namekianos, ya que Krilin Eastwood permanecia todavia en pie.

- Acabo de derrotar en singular combate a Goku, un saiyajin siete veces mas fuerte que tu -se jacto Freezer mirando con desden a su pequeño oponente-. ¿Quien te has creido que eres para plantarme cara a mi, el gran Freezer, azotador de planetas?

- Soy un cabron con la cabeza rapada con hacha en vez de polla y queroseno en las venas. He bebido mas cerveza, he meado mas sangre, he echado mas polvos y he chafado mas huevos que tu y todos tus esbirros juntos. He matado a todo tipo de seres vivientes, y ahora he venido a matarte a ti.

- Jajaja -la risa malvada le sono mas falsa y hueca de lo que habria deseado-. Tu no sabes de lo que soy capaz. He recorrido miles de años luz para aplastar este insignificante planeta, solo por diversion. He mutado dolorosamente en tres maquinas de matar para acabar como un ser mas pequeño y cabezon, unicamente para reirme de vosotros y vuestras creencias, y luego...

- Wowowowow. Puedes pegarme. Puedes tirarme al suelo, incluso escupirme y mearme. Pero por favor, no me aburras.

Un primer plano de freezer nos deja distinguir con detalle un tic en el ojo formado unicamente por dos frames.

- Pues, pues... ¿pues sabes lo que opino? Opino que eres un chulo enano y bocazas enamorado de ti mismo, y que no me vas a durar ni un asalto.

- Pues yo opino que las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno.

- Se acabo, tu lo has querido. Ahora vas a saber lo que es el verdadero dolor. Con un gesto de mi mano puedo destruir el planeta entero, solo imagina lo que puedo hacer contigo.

- Alegrame el dia.

Todo ocurrio muy deprisa. El lagarto cabezon desaparecio en un confuso borron de lineas para aparecer a las espaldas de aquel enano con sombrero, pero su cara quedo desencajada al observar no sin sorpresa que el enano ya no estaba alli, sino en lo alto de otro monticulo a treinta metros. Para cuando el monstruo quiso darse cuenta, tenia alojada en la caja toracica una humeante bala calibre cuarenta y cinco. Cayo ridiculamente, y aunque la superficie era de una hierba azulada, sono como si cayera sobre una caja de arena. Habria sonado igual en cualquier otro tipo de suelo. Incluso sobre parquet.

Las Fuerzas Especiales Ginyu observaban acojonadas, escondidas detras de las rocas. El croar de un batracio rompio el silencio, y Krilin Eastwood dijo al aire, cegado por el sol:

- Ahora voy a salir. Si veo a algun cabron ahi fuera, lo matare, y si a algun cabron se le ocurre atacarme, no solo lo matare a el, sino que matare a su mujer, a todos sus amigos, y quemare su maldita casa, ¿me habeis oido? Y como alguno de vosotros vuelva a maltratar a otro namekiano, volvere aqui y os matare a todos, malditos hijos de perra.

Y sin mas, se alejo caminando hacia el horizonte. Y nadie tuvo los huevos de hacer o decir nada. Excepto Dende, un pequño lugareño algo afeminado que no habia tenido la relevancia suficiente como para salir en la historia hasta este momento. Con lagrimas en los ojos, observaba la figura de su heroe encojida por el efecto de la distancia.

- Todos le queremos, señor Eastwood. ¡Le queremoooos!

El Arbol En La Copa De La Silla

Cuentan que existe un arbol, un arbol cojonudo al que todo mono aspira llegar una vez en la vida.

Y de hecho hay algunos simios con suerte que lo consiguen.

O al menos eso dicen.

Todo comenzo, como todas las cosas buenas de la vida, con una idea estupida y alguien lo bastante estupido como para llevarla a cabo. Porque quien iba a pensar que plantando una silla iba a ocurrir algo asi.

Aunque en realidad no tendria que haber ocurrido. Pero lo que paso es que se dieron, por una casualidad sorprendentemente asombrosa, las jodidas circunstancias optimas para que sucediese, y claro, paso lo que tenia que pasar.

Demasiadas cosas como para que no pasara nada. Primero, el monticulo. Como que no hay monticulos en el mundo donde plantar un asiento, y eligio precisamente ese, el de la extraña marca geometrica solo visible desde las alturas, el del corte de hierba extraño, ese por donde el viento se arremolina y cambia de direccion sin darse cuenta. Segundo, aquel abejorro despistado que llevaba entre los pelos de sus pequeñas patas material transgenico polinizador; que ademas paso por la ventana del laboratorio del Profesor Maldat y se vio expuesto sin saberlo a una ducha de frios rayos gamma; y que aun encima volo despreocupado por entre los humos que soltaban las dos enormes chimeneas con sobreimpresion radioactiva. Tercero, el factor metereologico. Que la lluvia se dio cuenta de la poca atencion que habia prestado a la zona en los ultimos meses, y decidio entrenar para el monzon justo en el monticulo. Solo por entrenamiento, si, pero la cosa es que le salio bastante bien. Y luego el sol y el viento y todo lo demas, que ayudo cantidad al correcto crecimiento y proceso de fotosintesis y todas esas cosas que hacen las plantas. Total, que el arbol crecio como le dio la gana, llegando a una altura de miedo sin apenas esfuerzo, mirando por encima de un nudo con forma de hombro a sequoyas y baobabs.

Y todos los otoños, cuando los demas arboles se dan por vencidos y adoptan el nudismo con alegria, el arbol silla se mece con el viento y florece sin atender a fechas, horarios o restricciones.

Y es tan comodo...

Ideas Que Nunca Volveran


Imaginaos por un momento el interior del cerebro como el entarimado de wall street que nos presentan las peliculas.

Podriamos vernos reflejados en la pulcra superficie, si esta no estuviera totalmente cubierta por papeles desechados, billetes de a quinientos y caros zapatos de pieles de animales en peligro de extincion. Podriamos tambien escuchar el fino y agradable hilo musical de alguna pieza clasica, si no lo apartaran a codazos los chillidos de la concurrencia, las bocinas de los monos o las campanas que anunciaban acontecimientos que a poca gente interesaban. Y podriamos observar las pantallas de ultima generacion con datos claros y precisos, solamente si el imbecil de delante se agachara un poco o si los globos dejaran de flotar por todas partes.

La unica diferencia es que aqui, los tiburones, los peces gordos no estan para ganar dinero. Aqui el que se lleva el gato al agua es el que consigue que su idea suene por encima de las demas, el que logra pisotear a la competencia haciendo que su ocurrencia se coloque en el primer puesto y salga a la luz triunfante, normalmente escalando por los hombros de las otras ideas.

Cuando esa idea ha triunfado, le espera una vida de lujos y opulencia, rodeada de la mejor comida, la mejor bebida y la mejor compañia. Sin ninguna preocupacion, trabajando un dia y de semental para el resto de su existencia. Y si lo ha hecho bien, esa existencia puede durar toda la eternidad.

Esa es la parte bonita, la que se cuenta en los libros, o en las peliculas, o la que cantan los bardos a la luz de la hoguera cuando les deja el herrero.

Pero nadie cuenta nunca lo que pasa con las otras. Esas que no lo consiguen, aun siendo buenas y validas, quiza mas que las finalmente triunfadoras. Las que por azares del destino caen en el olvido.

Esas ideas, marginadas y repudiadas, ideas cojonudas algunas veces, rematadamente malas otras, se ven abocadas al destierro. Llega un momento en el que se vuelven casi invisibles, y ya nadie les hace caso. Y cuando estan a punto de desaparecer por completo, cuando apenas un pequeño hilo las conecta con el mundo, abandonan la ciudad buscando otro lugar con la esperanza de que alguien las tenga en cuenta.

Y parecera mentira, pero algunas lo consiguen. Aunque son muy pocas y a veces tienen que llegar a acuerdos un tanto ilicitos. O implicitos.

El Abdominable Hombre De Las Nieves


Oriundo del valle de los pirineos que no es el pirineo, este singular mamifero pasa las tardes nevadas... ¿haciendo ejercicio?

Cometio el error de espiar a un insomne invidente que dejaba el televisor encendido para que le hiciese compañia. Mientras el inocente vecino hacia las cosas tipicas de ciego que no puede dormir a las tres de la mañana, el ser que nos ocupa observaba atento a traves de la escarcha de la ventana el canal de la teletienda. Por supuesto, y como todo ser con una minima capacidad de raciocinio, cayo en la astuta y estudiada trampa de una oferta demasiado buena para ser cierta.

(Acento indefinible) "...del culo. El nuevo electrompolkabdominalizer cuatro mil, mil veces mejor que el antiguo electrompolkabdominalizer tres mil es una maravilla de la tecnica moderna abalada por al menos tres monitores de gimnasio, un ropero y un mono dislexico. ¡Dislexico! Gracias a su diseño patentado casi ergonomico y sus descargas electricas casi legales podra presumir del cuerpo que un yeti de tres metros se merece, ¡y todo ello sin el mas minimo esfuerzo! Los amperios patentados de la empresa estan entrenados para recorrer su cuerpo a una velocidad de aupa y tensar todos sus musculos a base de puñetazos. ¡Ni siquiera notara que esta haciendo ejercicio! Una sesion de cinco minutos equivale a la increible cifra de ocho mil abdominales. ¡Olvidese de antiguos artilugios de dificil instalacion y nulos resultados como el electrompolkabdominalizer trespuntonce, y disfrute de la comodidad que le brinda el futuro! Ademas, si llama en los proximos dos minutos, obtendra un electrompolkabdominalizer cuatro mil tamaño bolsillo totalmente gratis*, para hacer ejercicio en cualquier momento y lugar. ¡Aproveche esta oferta televisiva de tiempo limitado! Electrompolkabdominalizer cuatro mil, Electrompolkabdominalizer cuatro mil, ELECTROMPOLKABDOMINALIZER CUATRO MIL..."

Preso ya de los malvados influjos del marketing de madrugada, saco el movil como lo sacaria un zombi hambriento y marco en menos de dos minutos para obtener todas las ventajas que aquella persona de nacionalidad desconocida le ofrecia. Despues de una llamada mas larga y cara de lo necesario, y una espera mas larga y cara de lo que le habria gustado, unas gomas y unos cables llamaron a su timbre, que sonaba con la melodia de los pajaritos.



Cuentan los domingueros que de vez en cuando ven entre los arboles una peluda bola blanca obscenamente grande con unos gloriosos cuadraditos refulgiendo al sol.

Pero que van a saber ellos. Domingueros.

(fin del acento indefinible)

La Amazona De Escarabajos

Fue un estornudo tan brutal que el aire de todo su cuerpo se asusto y salio corriendo, dejandola reducida a una miniatura de si misma. Pensandolo en frio, no deberia haber olido esa flor, pero son cosas que pasan.

A partir de entonces se paso los dias tratando de cazar su estornudo perdido. Ese monton de aire y motitas de saliva que la devolveria a su tamaño natural, y que se pasaba el tiempo flotando libre disfrutando del sol de primavera.

La idea de que el estornudo le haria crecer de nuevo fue cosa de Glosdom, el gusano loco. La gente le solia hacer caso porque como estaba loco, sus ideas solian funcionar debido a una improbabilidad tan grande que se volvia probable en si misma. Una movida.

Asi que desde su charla con el gusano se dedico a buscar su saliva pulverizada por los aires, con la ayuda de mariposas, gorriones e incluso simpaticos escarabajos que por alli pasaban. Todos estaban alegremente dispuestos a ayudarla, ayudarla para que se fuera de una vez y los dejara en paz.

Todo el dia con esa voz insistente, gritando sin parar y explicando mil veces que habia perdido su estornudo. Que si llevame alli por favor señor pajaro, que si mi estornudo salio por ese lado mariposa de ostias a donde vas, que si cuidado con el cesped maldito escarabajo que no veo na.

Y Glosdom descojonado, riendose en su seta fumando de su pipa y contandole la historia a su mujer, que tambien estaba loca, pero como era sordomuda no se le notaba tanto.

Para no acabar la historia de malas maneras no relataremos exactamente como acabaron las correrias de nuestra pequeña amiga. Solamente decir que al final fueron protagonistas directos una vieja y sorprendida tortuga, un perro tonto y un aguila con muy mala leche y peor vista. Que cada uno se imagine lo que quiera.

Guinea-Basauri

Desde el momento de su nacimiento, ya se podia ver que João no era un niño guineano normal y corriente. Quiza desde incluso antes.

La noche en la que nacio fue la mas lluviosa desde hacia decadas, y el mar embravecido traia en sus olas nuevos olores de lejanos y exoticos paises. Cuentan que la madre, en el momento exacto de dar a luz, sufrio una crisis que la hizo pronunciar palabras en un idioma ininteligible, y una suerte de gritos con multiples gorgoritos que no venian a cuento de nada. Y cuando por fin, tras ocho horas de dificil parto saco de sus entrañas al niño con la cabeza mas grande que se habia visto en Africa, la derrengada madre pidio una botella de txakoli y acto seguido cayo en un sueño que duro casi cinco semanas.

Ni con todo ese tiempo pudieron dar con alguien que encontrara un significado a eso del "txakoli".

Y aquel niño de cabeza desproporcionada crecio. Se podria pensar que lo paso mal, que los niños, crueles por naturaleza hicieron de la infancia de João un infierno, pero la verdad es que le dejaron bastante tranquilo. Quiza fuese por esa extraña habilidad para levantar piedras tres veces su tamaño, o partir troncos en dos a inusitada velocidad usando una pequeña hacha y una tecnica innovadora. La cosa es que crecio, sabiendose especial y confiando en que algun dia sabria el por que.

Y cuando João llego a la edad de diecinueve aureos años, se sento frente a su madre y le dijo con la firme conviccion que da la locura:

- Ama nelengu coloncot hostia, engue tunvirme nuen ingui cagonsos.

- Ningu clunguen, ninder tulumpen denterne nirliria.

- ¿Pues?

- Niulumbe nelterne tonmunto indiperno norlondesco solentresgo, niulembe olendu lembe nordesco.

- Limepirno, pues. Lendergunden conisengulia, ¡embergunde cagondiola!*

Y asi fue como João, primer bilbaino-guineano del mundo abandono la humilde aldea que lo vio crecer para años mas tarde fundar la republica independiente de Guinea-Basauri. O al menos asi es como esta escrito en los libros de historia. Unos que leo yo con muchos dibujicos.



*- Ama la hostia, tengo que salir de aqui cagonsos.
- Hijo mio, sabia que este dia llegaria.
- ¿Pues?
- Lo supe desde el momento en que vi tu enorme cabeza asomando, supe que todo tu ibas a ser grande.
- Que me marcho, pues. Tendras notisias mias, ¡a mis brazos cagondiola!

Por El Lado Malo


- Como te lo digo compañero. No te puedes fiar de nadie, y mucho menos de la persona de la que depende tu salario -el tono de su piel daba un significado mas a la palabra "rojo".

- ¿Pero de ti si? -pregunto divertido. Se sentia un poco raro hablandole a un demonio que apenas llegaba al palmo de altura, pero no podia evitar que le cayera bien.

- Ni de coña. ¿No has visto que soy un demonio, o es que eres gilipollas? Yo estoy en el lado de los malos chico, de mi no tiene que fiarse ni Cristo, y perdoname la expresion.

- Bueno, asi que tu opinion totalmente objetiva es que deberia hacer el mal -subrayo la palabra objetiva con las cejas, cosa nada facil de hacer, pero no parecio afectar lo mas minimo al tipo de las patas de cabra.

- Exacto, esa es la clave. No voy a usar la manida excusa de la buena musica, porque fuimos nosotros los que le vendimos la armonica a Bob...

- ¡Lo sabia! Malditos cabrones...

- ...Dylan, pero te puedo decir que estamos mucho mejor organizados, y que aqui las cosas al menos funcionan. El mal es eficiente muchacho, y ademas mucho mas facil de hacer que el bien. Pero oye, ya deben de haberte enviado a alguien los capullos de arriba. Llegan antes que nosotros porque la impuntualidad tambien es cosa nuestra. Eh, dime la verdad, ¿que te parecio?

- Un desproposito. No se lo digas a nadie, pero se lo di al gato para que jugara con el. No volvio a molestarme mas.

- Bien hecho, ¡ese es el camino copon! Ahora vamos a cosas mas grandes. Ven gan za -los pequeños ojos amarillos refulgieron como pronunciando la palabra, y unas chispas humeantes saltaron hacia la camiseta cuando el pequeño diablillo se froto las manos.

- No se si podria hacer algo asi tio. Si en el fondo soy buena gente.

- Te gusta pensar que eres buena gente. Pero eres un cabron, como todos. Como tu jefe. Y se merece un escarmiento. Escucha, esto es lo que vamos a hacer...

Y el plano se abrio, al tiempo que una cancion de Bob Dylan se veia destrozada por un implacable solo de armonica. Es curioso que cuando dos personas por fin van a decirse algo interesante, siempre pasa algo por el estilo que interrumpe y te quedas con las ganas, sin saber que dice el tipo inteligente.

Asi como destemplado.

El Olvido Te Limpia La Ropa


Cuando hubo terminado con la bolsa, el viento se dijo a si mismo que tenia que hacer algo contra ese cabron de aburrimiento.

Asi que se elevo majestuoso, rizando distraidamente una nube que pasaba por alli, y decidio desde las alturas visitar la ciudad.

Le gustaba la ciudad. Los portazos en las casas propensas a corrientes se le daban de fabula, y siempre habia dicho que arrastrar contenedores cuesta abajo era un acto de violencia urbana que no hacia daño a casi nadie..

Asi pues se deslizo entre las cornisas y chimeneas, haciendo girar las antenas receptoras a mala idea y mareando a los gallos y cerdos con forma de veleta. Espanto a las palomas de lo alto de los edificios tirandoles hojas secas y periodicos pasados. Encontro por casualidad un barrendero, y lo entretuvo un rato con pequeños remolinos que no obedecian ninguna ley en concreto y bailaban con su escoba. Soplo por debajo de las faldas de unas sorprendidas y sonrojadas estudiantes, y silbo de contento entre las verjas que se estremecian con su tono. Robo una boina que un pequeño señor usaba para tapar sus ideas, y la hizo rodar hasta una estatua de una persona que ya nadie recordaba, dandole algo mas de personalidad colocandosela al estilo del che. Se guardo en los bolsillos el olor a potaje que coleaba en una ventana, y lo llevo como regalo a la perrera de al lado. Se colo por debajo de infinidad de abrigos, provocando otros tantos escalofrios y otros tantos abrazos en busca de calor. Se encontro con la musica que salia triste de un acordeon, y la transporto agilmente a los oidos de una ciega que contaba cupones, lo que la hizo cantar de alegria. Transporto ese cantico unas ventanas mas arriba, estropeandole el estudio al hombre palo. Atraveso ocho ventanas como banderillas un esquiador experimentado y colgo unas camisetas despistadas en la copa de un arbol desnudo.

Mas tarde esas camisetas, ya recuperadas, se guardarian en un cajon sabiendose limpias y sin olor alguno.

Y con la satisfaccion del trabajo bien hecho, el viento se aplaudio a si mismo y se tumbo en una montaña para dibujar con la niebla.




ACHTUNG!
No duden en dar un paseo por la entrada del hipocampo, que me han dicho que le han pintado las paredes y la han dejado monisima. ¡Y ademas es gratis señora!

El Monstruo De Felpa Con Botas De Cowboy

Esa ligera molestia que empieza en el cuello y tu piensas que es debida a una mala postura. Esos latidos internos justo encima de tu oreja. Ese dolor persistente que hace que tu parpado se contraiga descontrolado. La terrible sensibilidad luminica que te hace andar a oscuras por todos los rincones de la casa. El tener que hablar en voz baja porque incluso el zumbido de una mosca te taladra los timpanos. El dolor en el interior de tu frente que te insulta y se rie de ti mientras te pega patadas. Todos los ibuprofenos y aspirinas que no surtieron efecto alguno y se fueron como vinieron. Las punzadas de contundentes agujas que recibe tu sien sin avisar. El yunque que se pasa la mitad del dia haciendo equilibrios sobre tu coronilla. Cuando tu cerebro se cambia por tu corazon y tus pensamientos por sangre palpitante y caliente como la lava.

Todas las cosas tienen su por que.

Al Monstruo De Felpa Con Botas De Cowboy le gusta bailar country en la tarima del escenario que es el interior de tu pequeña cabeza.

El Espececimeen (Lease Con Voz Intrigante)

El sonido del candado al cerrarse le asegura total privacidad en su habitacion, o como a el le gusta llamarlo, su centro de operaciones.

Entonces el y su pijama con bolicas salen del encuadre, y eso deja via libre a la camara para tomarse su tiempo y realizar un barrido por toda la estancia, manera inmejorable de poder mirar el cuarto sin parecer unos fisgones.

El sol de media tarde dibuja unas lineas en el suelo y en dos de las paredes gracias a la ayuda de su enemiga la persiana. El polvo hace que los rayos sean visibles incluso en el aire.

Ahora observemos con atencion los muebles, por llamarlos de alguna manera. No existe un armario como tal, pero unas taquillas metalicas hacen el papel perfectamente. La poca vestimenta que nuestro especimen utiliza reposa en el fondo de cualquier manera, pero un cinturon altamente patriotico se yergue orgullosamente bien doblado sobre la montaña de arrugas.

Lo que en una habitacion normal seria un escritorio de tamaño mediano, aqui hace las veces de capilla improvisada, ayudandose de un espejo al que el paso polvoriento del tiempo robo el poder de reflejar. En el marco reposa una foto de su anciana madre, y unas velas siempre encendidas dan a la instantanea un aspecto envejecido, como una foto del siglo diecinueve. Justo al lado, una fiambrera con demasiados usos observa impotente el cambio de color de unos huevos duros.

Como era de esperar, no hay ninguna silla, ya que ha sido sustituida por dos ruedas de camion una encima de la otra, un asiento mucho mas comodo y acorde con la personalidad del singular ocupante, donde va a parar.

De la cama no vamos a hablar demasiado. Unicamente reseñar que lo mas parecido a un cambio de sabanas que ha visto ese somier fue cuando le dieron la vuelta al colchon. Mejor no preguntar el por que de la vuelta.

Nuestro desgarbado individuo ocupa la esquina restante, manejando algo que no podemos distinguir dentro de otra taquilla. Parece que tiene los ojos vendados. Un sonido encaja con otro de manera milimetrica, y los dedos palpan con la seguridad que da la experiencia haciendo que el objeto A combine con el objeto B logrando el objeto final E.

E de Escopeta.

Satisfecho mira la marca del cronometro, y tras santiguarse en el altar-escritorio, sale por la puerta. Le oimos por el altavoz derecho, asi bajito "Es la hora de matar Ewoks". El sonido del cargar la escopeta acompaña muy efectivamente el fundido a negro.

Miedo

La camara, camara lenta, apreto la pelicula con el dedo en un poetico arrebato, hasta el punto de casi pararla.

Y se encontro en el aire, a mitad de brinco. Tratando de saltar lo mas lejos y lo mas rapido posible, y por lo pronto fallando en velocidad. Nadie sabia donde iba a ser el aterrizaje, aunque en realidad eso era lo de menos.

Se encontro en el aire, y esa pesada sensacion de vertigo se adueño de su estomago.

Como insectos con alas de piedra fallando elevarse.

Por El Lado Bueno


- ¿Eso crees?

- Si, bueno. Mas o menos.

- ¿Mas o menos? Oye, ¿Estas seguro de que asi es como tienes que hablar?

- Pues no. No estoy nada seguro. Hoy es mi primer dia ¿vale?, y estoy algo nervioso.

- Ya me parecia a mi. No tienes una pinta como de angel de verdad.

- Eso ya te lo podia haber dicho yo. Ayer mismo firme un contrato de mierda en el que no se me reconocen las horas ni el esfuerzo real, y mirame, mira que pintas llevo.

Volvio a mirar de nuevo a aquel tipo en miniatura que flotaba un par de centimetros por encima de su hombro. El traje ceremonial, algo que deberia ser majestuoso y onirico, parecia un traje de bautizo raido por los años y las polillas. Por lo visto no se habia ganado las alas todavia, y de la espalda le colgaban ridiculamente unos trozos de carton mal cortados y peor pintados. Por lo menos la aureola si estaba bien... Pero...

- ¡Pero si eso no es una aureola!

- Toma, claro que no -con un toque que pretendia ser elegante se recoloco la gorra de helice-. Pero de alguna manera tendre que volar, hasta que los de personal resuelvan el problema y me den unas alas de verdad y no esta mierda -un patetico movimiento de hombros consiguio algo de movimiento en las alas. El resultado no fue nada bueno.

- Bueno, ¿pero entonces a que te has aparecido? ¿Me vas a dar algun consejo que cambie mi futuro, me vas a hacer mejor persona con alguna enseñanza trascendental, o algo por el estilo?

- En realidad habia venido para ver si me podias ayudar tu...

- No puede ser cierto.

- Escucha escucha, supongo que habras oido aquello de que los angeles no tienen sexo... Pues es cierto, pero no es exactamente como se os ha hecho pensar. ¿Tu no podrias desarrollar una doble conciencia, a ser posible femenina, y darme una alegria?

- Increible. Esto es la hostia. Quiero el libro de reclamaciones.

- Vale, pero no te va a gustar, que pesa lo suyo.

El Chiste Facil Del Monoculo

Comptcernius era un mono de naturaleza curiosa.

De ese tipo de simios peligrosos que no pueden dejar el mundo tal y como esta, y necesitan abrir las cosas de cualquier manera para ver como funcionan o seguir ese cable pelado para averiguar donde termina, y por que.

Por supuesto, el macho alfa de la manada de Comptcernius tomo la firme y correcta decision de expulsarlo de una manera que el considero amable, pero que algunos monos calificaron como "algo tosca", y otros monos mas temerarios tristemente fallecidos tacharon de "salvaje y despiadada, no logro encontrarle sentido al uso de aquel palo afilado".

Es por eso que nuestro curioso amigo y sus pajaradas viven solos en su arbol. Con el cerebro echando humo. Elucubrando un nuevo pensamiento en cada segundo, dejando que las alas de la paloma que es su locura lo lleven a las alturas, y tratando de esquivar sin exito los errores en forma de heces que ocasionalmente caen sobre sus hombros.

Fue una temporada jodida cuando le dio por preguntarse acerca del interior de los cuerpos. Empezo abriendo escarabajos, pero debido a su miopia no conseguia vislumbrar nada entre tanta viscosidad, y siempre acababa comiendoselos con un gesto abatido. Los pajaros y ratones de la sabana seguian siendo demasiado pequeños, asi que enseguida eligio un objetivo del tamaño apropiado.

Kilkunida la jirafa, conocida por su asquerosa riqueza y su trastorno alimenticio era el sujeto ideal para sus experimentos.

Asi pues, mientras en uno de sus arrebatos de medianoche una sonambula Kilkunida empezo a engullir compulsivamente las copas de todos los arboles a la redonda, Comptcernius se agazapaba en su puesto en la rama esperando el momento, y cuando llego, salto haciendo el angel.

Aproximadamente en lo que dura una digestion, un mono un poco mas sabio salio tan maloliente como triunfante. Y un sorprendido esfinter se gano una medalla al esfuerzo por su dilatada carrera.

La Pobre, Pobre Niña Repollo

Era una noche oscura y tormentosa.

La tormenta se estaba tomando su trabajo realmente en serio, y estaba decidida a batir un record en lo que a cantidad de agua por metro cubico se trataba. Soplaba con denodada fuerza tratando de arrancar las fragiles baldosas, y de vez en cuando dejaba caer un relampago, ya que segun ella las cosas no acababan de estar bien hechas hasta que no les añadias un par de rayos y algunos truenos.

- O tambien podriamoz llamar a la abuela y gaztarle una broma. Ez un clazico, pero no por ello menoz divertido.

- Vamos a ver. Si has vetado lo de la linea erotica, ¿que te hace pensar que yo voy a apoyar llamar a la yaya?

A los niños vikingos no les gustaban las tormentas. La lluvia chafaba gran parte de la diversion en exteriores, y la diversion en exteriores era la mejor clase de diversion. Una vez acabados los tipicos juegos destructivos de interiores, y despues de los gritos de una madre mas vikinga que madre, se vieron obligados a pensar en una alternativa que no acabara en sacrificio.

- ¿Que te parece si llenamos unos globos de orines y se los tiramos a los pringados de ahi abajo? -sugirio Kerosen mientras miraba con anhelo por la ventana, pero la ausencia de viandantes chafo sus esperanzas.

- No tengo piz. Zi quierez lez lanzamoz ezta zilla.

- Jolines, ¿es que nos vamos a pegar la tarde aqui encerrados sin nada que hacer?

- Oye -el tono de Kevaiven bajo hasta lo confidencial-, ze de una cueva donde hay un zeñor muerto.

Si algo se puede decir de esta tormenta, es que tenia un exquisito sentido de la oportunidad, aparte de un orgulloso y algo desquiciado gusto por la teatralidad. En ese mismo instante se esforzo en iluminar la estancia para asi llenarla de sombras, por lo que aparecio un relampago dibujado con esmero que cruzo la diagonal de la ventana. El trueno hizo temblar los cristales con discrecion y buen hacer.

- Ya estamos. ¿No querras ir otra vez a tocar al mendigo con un palo no? Te he dicho cienes de veces que ese olor no es de una persona muerta. Canso.

- Zi que ez. Caramierdaz.

- Pues no capullo, los muertos huelen mas como a... ¡Epa! ¡Ya se lo que podemos hacer!

- ¡Como!

- ¡Vamos a meternos con la niña repollo!

- Jajaja. ¡Dalez, dalez!

Si los niños vikingos no hubiesen salido de la habitacion entonces, habrian podido ver la apasionada traca final que concienzudamente habia preparado la tormenta. Un expectaculo que contenia explosiones, arboles desarraigados, apasionantes acrobacias aereas, violentas peleas entre postes electricos, amor pigmeo e incluso una vaca. Un colofon redondo que tiempo despues estudiarian con entusiasmo las pequeñas tormentitas con infulas de tifon.

Pero se lo perdieron. Por andar a insultar a la pobre niña repollo.

De Los Altibajos Y Otras Zarandajas

Examinando el comportamiento de los humanos en su habitat natural, y siempre procurando no alterar el estado de las cosas permaneciendo como mero observador, se pueden apreciar ciertos patrones de conducta, maneras de tratar unos con otros que desde dentro serian imposibles de ver.

La primera conclusion, algo precipitada, que se puede sacar es que la gente alta trata con superioridad a la gente pequeña. Puedes verlos como atisban desde las alturas, mirando con definida indiferencia al mundo que opera atolondrado por debajo de su hombro, como si fuese un universo aparte que apenas tuviese que ver con su vida, la vida real.

Las cosas que deambulan por debajo de su linea de horizonte son borrones pequeñisimos, motas de polvo que hay que andar esquivando para poder andar por la calle, coger el autobus o comprar un bocadillo.

Pero si siguiesemos investigando, llegariamos al siguiente nivel.

No es solo la gente alta. Simplemente es la gente mas alta. Aunque sea pequeña.

Si un pequeño sujeto se ve liberado del yugo de pertenecer al grupo, y se ve rodeado de pronto por congeneres de menor estatura, rapidamente cambiara el rol de esclavo metrico para convertirse en el patron de los pigmeos. Comenzara su particular dictadura sin recuerdo alguno de su anterior estado, y actuara con igual o peor determinacion que una persona alta de verdad. Asi como te lo cuento.

Observemos ahora la pareja que nos ocupa. El de la izquierda es el maton del patio del colegio. Repetidor de tercero de la E.S.O. con honores (recibio un diploma cuando hizo triplete), el mas alto del recreo, ese que siempre almuerza lo mejor de la mejor madre. En cambio el de la derecha, pese a su altura, es el mas pequeño en su equipo de baloncesto. Sus compañeros negros le pegan con la toalla en las duchas y en los partidos unicamente se ocupa de rellenar los vasos de agua.

Pues bien.

Momentos despues de tomar la instantanea, y sin aviso ni razon aparente, el tipo desgarbado de la derecha propino una soberana paliza al rubiales.

Lo revento a ostias.

Asi son los humanos, seres incomprensibles, pero adorables al fin y al cabo.

Con La Casa A Cuestas


Y con un caro efecto de polvo de estrellas, Lormu vio su deseo concedido.

Y si. Fue una estupidez.

Mira que hay que ser tonto, o haber leido muy pocos libros en tu vida, o haber visto las peliculas justicas, para ir pidiendo deseos alegremente a la primera tia buena en minifalda y en miniatura que se aparece ante tus ojos.

Para no faltar a la verdad, tengo que admitir que yo no estuve alli, que ese dia habia quedado, pero imagino que la cosa fue mas o menos asi:



Ese caracol arrastrandose por los suelos de una tarde de verano, bajo un sol abrasador buscando un sitio con un indice de humedad que por lo menos llegue a lo positivo.

Ese hada oportunista, siempre ojo avizor que lee el cerebro del caracol, ese cerebro con sabor a deseo y olor a lechuga, que resuena entre los demas cerebros como una sirena de barco entre un monton de flautas traveseras.

- ¿Que pasa Lormu, te veo ahi un poco jodidillo no?

- Callaa -cuando llevas toda tu vida arrastrandote, no te molestas en ser amable con las desconocidas, por muy bonitas piernas que tengan. Y no solo los gasteropodos.

- No, si no quiero molestarte. Yo soy de esas personas altruistas que solo buscan el bien de los demas asi porque si. Porque soy buena gente -parpadeo encantador. Tink tink.

- Oh. Pues entonces me vienes de cojon. ¿No concederas deseos, por casualidad?

- Pues si, fijate -las adorables manitas del hada agitando distraidamente la varita, que como manda la tradicion acaba en forma de estrella. Unos polvitos de colores caen con ruiditos chispeantes, y no llegan a tocar el suelo-. Cualquier deseo te sera otorgado. Te advertiria sobre las restricciones sexuales, pero con los hermafroditas suelo hacer una excepcion.

- Tu no te preocupes por eso. Mi deseo desde que era una caracolita ha sido siempre el mismo. Yo quiero ser como un humano.

- Pfff...

- ¿Que?

- ¿Que?

- ¿Pasa algo?

- Nada nada. Deseo concedido -el brazo de la varita dibuja algo asi como un ocho en el aire, y una pequeña explosion ocupa el lugar de Lormu. La risa histerica del hada resuena aun cuando el pequeño cuerpazo ha desaparecido hace un rato.



Y ahi esta el tio. Como un humano. Con la casa a cuestas.