Yo Tampoco Estoy Loco


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Dos ojos muy abiertos asoman por el ventanuco de una puerta. -¿Y a este que le pasa?

-Sindrome de deficiencia productiva. Tres casos nuevos esta semana -declara el Director, mientras se acerca tambien a la puerta.

-Es inaudito... como una plaga. Menos mal que no son problematicos.

-No, pero tampoco aportan nada. Ese es el problema, que se niegan a trabajar -se acaricia la barba-. La medicacion acaba ayudando con esto. Mario lleva 4 meses, parece que progresa.


Mientras tanto, al otro lado de la puerta, Mario descansa tranquilo. Esta despierto, pero su actitud confunde -ni se mueve-.

Hace unos meses, cuando le trajeron a la clinica, era una mente inquieta. No encajaba en un mundo de locos, decia, en el que nada tiene sentido.
-¿Como hemos llegado hasta aqui? -repetia sin cesar el dia de la crisis- ¡Hemos perdido el rumbo! Pero Dios, ¿que cuernos le pasa a todo el mundo?? ¿Porque nadie lo ve como yo? ¿Es que tu no te das cuenta?? -le preguntaba fuera de si a la enfermera mientras esta le inyectaba los calmantes- No quiero formar parte de esto. No podria...

Desde entonces muchas cosas han cambiado. Ahora Mario trabaja en una Editorial. 8 horas al dia apilando libros -se le da bastante bien-. Turnos rotatorios... Los Doctores se muestran muy satisfechos.


En el pasillo colindante, la tortura de la duda lograba colarse una vez mas en los pensamientos del Director. -Ese chico. Hay algo que dijo...
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Un aplauso para Iñaki, que se estrena con este relato ilustrando mi ilustracion. ¡Bravo! ¡Gracias majo!

Los Monstruos Dentifricos


Los Monstruos Dentifricos pasan rapidamente por nuestras vidas. En verdad, duran lo que dura un dentifrico. Salen por las noches de nuestros tubos de pasta, se crean unos a otros y son los responsables de esas molestas huellas en el lavabo, o de que el tape este siempre abierto. Montan peleas usando los cepillos como espadas, y estan en constante guerra con los Engendros del Enjuague Bucal o las Amazonas del Hilo Dental. A pesar de su apariencia, son sangrientos como encias y resistentes como el esmalte en la batalla.

Y blanqueadores y con un ligero aroma herbolado.


En cambio la vida de una tortuga pasa lentamente, con la calma. Los dias van cayendo como granos de arena, y se convierten en años, uno tras otro, hasta perder la cuenta. Pesadamente. Asi despacico.

Las tortugas lo saben, claro, y se toman su tiempo para todo. Por supuesto, podrian hacer todo mucho mas rapido. A una velocidad digamos normal.

Pero para que.


Y es esa lentitud la que hace a todos los galapagos vernos a los demas seres vivos como rebobinados palante. Y si esos seres vivos tienen un periodo corto de vida, apenas los pueden distinguir como un rapido borron, que poca marca puede dejar en sus vetustas retinas.

Es por eso que cuando los Monstruos Dentifricos abandonaron ruidosamente la concha, Mogna se quedo largo rato preguntandose de donde provenia aquel olor a menta.


¡En verdad no!

¡Y Una Leche!


Hoy me he acabado un carton de leche para el desayuno, y he llevado el reciclaje hasta el extremo; en vez de contenedor amarillo, me he hecho un barco.

Y me he echado a la mar. La mar de leche, se entiende, dado el material de mi bote. Un camion habia volcado en sospechosas circunstancias y habia derramado todo el contenido de su remolque por la carretera.

Estado de la mar, marejadilla.


Llamadme Ismael a partir de ahora.

Y mi particular Moby Dick no ha tardado en aparecer, flotando como una boya gigantesca y volviendo a digerir la comida de hace un par de horas. La cosa no acaba en tragedia, no creais, nos hemos hecho amigos, yo le he indicado el camino a Asturias y ella me ha dado para el desayuno de mañana. Con todo el buen rollo.

La Pequeña Luna

Luna deberia dejar de pensar en tontadas.

Todo el dia con la cabeza en las nubes, imaginando, cavilando y fantaseando. Llenando el mundo de colores y modelandolo a su manera, viviendo en una realidad alternativa.

Una realidad alternativa que, por supuesto, es mucho mas divertida.

Supongo que cuando haya flotado hasta una altura suficiente, la presion reventara el globo y asi volvera a poner los pies en el suelo. O quiza no. Pero la cosa es que se le esta enfriando la cena...

Gente Con Paragüas


En los dias de lluvia es importante salir protegido de casa, ponerse el chubasquero y cargar con el paragüas no sea que se te chafe ese cardado morado tan bonito que te hacen una vez a la semana. Una vez preparada, ata bien la correa de tu pequeño perro y sacalo solamente el tiempo necesario para que haga sus necesidades en la acera de tu calle.

Pero cuidado con los francotiradores apostados en los tejados, pueden ser miopes, o tenerle un odio irracional a los perros con lacito.

En realidad nunca sabras porque tu pequeño perro no se quiere mover, y mucho menos porque lleva ese enorme bloque de granito en lo alto.



Aprovecho esta oportunidad para desproticar contra la gente con paragüas, sobre todo a la gente con paragüas que anda por debajo de los soportales.